Un vuelo de United Airlines con destino a Canadá tuvo que regresar de emergencia al Aeropuerto Internacional de Denver este fin de semana después de que un ave impactara contra uno de sus motores, provocando una explosión visible y llamaradas intermitentes. A bordo del Boeing 737-800 viajaban 153 pasajeros y seis miembros de la tripulación, quienes afortunadamente salieron ilesos del incidente.

Según grabaciones del control de tráfico aéreo, un operador informó: “United 2325, parece que de vez en cuando salen pequeñas llamaradas del motor derecho”, a lo que la tripulación respondió: “Creemos que perdimos nuestro motor derecho”. El avión logró aterrizar sin mayores contratiempos, y la Administración Federal de Aviación (FAA) ha abierto una investigación para determinar los detalles exactos del suceso.

Este tipo de incidente, conocido como "bird strike" o impacto con aves, no es raro en la aviación. Solo en 2023, se registraron cerca de 20,000 casos de colisiones con aves en Estados Unidos, según datos de la propia FAA. Aunque la mayoría de estos encuentros no generan daños graves, hay casos que han terminado en tragedia. Entre 1988 y 2023, se contabilizan 76 muertes y 126 aeronaves destruidas como resultado de estos impactos en el país.

Sin embargo, este no ha sido un caso aislado. En los últimos meses, los accidentes e incidentes aéreos en Estados Unidos han mostrado una preocupante tendencia al alza. Durante el primer trimestre de 2024, se reportó un incremento del 17% en eventos relacionados con fallas técnicas, impactos con fauna y errores de mantenimiento, en comparación con el mismo período del año anterior.

Expertos en aviación atribuyen este aumento a varios factores: el envejecimiento de parte de la flota comercial, la presión por mantener itinerarios ajustados, la escasez de personal técnico calificado y un mayor volumen de vuelos tras la recuperación del sector aéreo post-pandemia. “Estamos viendo un sistema que está estresado en múltiples frentes”, señaló un investigador de seguridad aérea consultado por medios nacionales.

El caso de United en Denver también se suma a una serie de situaciones similares ocurridas en lo que va de 2025. A finales de marzo, un avión de Southwest Airlines también tuvo que regresar a tierra por fallas en un motor luego de un impacto con aves en Houston. Y en febrero, un vuelo de American Airlines se desvió por humo en cabina tras una posible falla eléctrica en pleno vuelo.

Aunque las aerolíneas insisten en que viajar en avión sigue siendo seguro, estos incidentes han renovado el llamado de organizaciones especializadas a reforzar las inspecciones, la capacitación del personal y las medidas de mitigación de riesgos, incluyendo tecnologías para alejar aves de los aeropuertos.

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