Autoridades de Matanzas hablan de “disminución sostenida” de dengue y chikungunya, pero la población denuncia que el virus sigue desbordado
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 14 de noviembre de 2025
Las autoridades sanitarias de Matanzas volvieron este miércoles a proclamar una “disminución sostenida” de los casos de dengue y chikungunya en la provincia, atribuyendo la supuesta mejoría a semanas de trabajo epidemiológico. Sin embargo, el relato oficial dista mucho de lo que aseguran los habitantes, quienes afirman que en la calle la situación continúa igual de crítica.
El director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Andrés Lamas Acevedo, declaró al diario Girón que existe una “tendencia descendente” en el número de pacientes con fiebre, tras un pico registrado hace poco más de un mes. Como es habitual, el reporte oficial no incluyó voces de la población ni contraste con la realidad cotidiana.
Lamas explicó que los municipios de Matanzas y Cárdenas permanecen bajo intervención sanitaria, con acciones de saneamiento en marcha. En la capital provincial, los operativos se han extendido a comunidades como Guanábana, Carbonera, Ceiba Mocha y Paso del Medio. Sobre el papel, el plan avanza; en la práctica, los residentes aseguran que los mosquitos siguen proliferando.
Las autoridades también afirmaron que los ingresos hospitalarios se encuentran en niveles muy bajos, con solo un 20 % de ocupación de las camas destinadas a arbovirosis. Con ese dato aseguran que “la epidemia está en proceso de resolución total”, favorecida por las temperaturas más frescas de los últimos días. Sin embargo, para la población matancera no hay motivo para celebraciones.
En redes sociales, los comentarios a la publicación oficial reflejan un sentimiento generalizado de incredulidad. Un usuario escribió: “lo que pasa es que ya todos o casi todos nos enfermamos”, insinuando que la “bajada” responde a una simple consecuencia estadística. Otro añadió: “claro que tiene que descender, si casi todos estamos infectados”. Y alguien más resumió el cansancio colectivo con una frase contundente: “Qué disminución ni disminución, por favor. Llevamos meses en esto”.
Para la ciudadanía, no se trata de una mejora real, sino del agotamiento natural de una epidemia que arrasó con casi toda la población susceptible. El virus sigue ahí y los síntomas continúan apareciendo, aunque los partes oficiales insistan en lo contrario.
Aun así, las autoridades repitieron su llamado a mantener las medidas de prevención y a estar atentos a los signos de alarma, reiterando un discurso que muchos consideran vacío frente a la falta de recursos y apoyo institucional.
Durante el pico de la epidemia, Matanzas llegó a reportar más de 4.000 casos semanales de febriles. Hoy, según gran parte de la población, el Gobierno intenta maquillar una situación que sigue afectando a miles y que ha erosionado completamente la confianza en los reportes oficiales. Para muchos matanceros, si los números han bajado, no ha sido por una gestión eficiente del régimen, sino porque ya casi no queda quien no haya enfermado.