Las quejas de turistas rusos sobre su experiencia en hoteles de Cuba continúan en aumento, revelando una crisis en el sector turístico que las autoridades cubanas presentan como en crecimiento gracias a la alianza con Moscú.

Una turista rusa, quien pagó 500,000 rublos (aproximadamente 6,000 dólares) por dos semanas en un hotel en Cuba, relató a Gorodoboy los numerosos problemas que enfrentó. Aunque Cuba es un destino popular para los rusos, la realidad puede ser decepcionante incluso con tours costosos.

La turista mencionó que, a primera vista, la habitación parecía adecuada, pero una inspección más detallada reveló moho en el baño, manchas en el sofá y un sillón, y una base de cama rota. La limpieza fue el aspecto más criticado: "Las sirvientas solo hacían la cama con sábanas sucias. Las toallas se cambiaron solo una vez en dos semanas, y solo si dejábamos una propina de un dólar".

La actitud del personal también fue problemática. La turista destacó la falta de amabilidad y cortesía del personal del hotel. "Casi ninguno de los empleados se molestó en sonreír o usar un tono cortés". Al final de su estancia, enfrentó groserías cuando solicitó ayuda para recuperar pertenencias olvidadas. La empleada respondió de manera grosera y se negó a ayudar.

El servicio en el restaurante fue igualmente deficiente. La turista reportó esperas de hasta 15 minutos por un vaso de agua, que además era de dudosa calidad y olía a barro. También se encontraron cucarachas en las mesas, vasos con marcas de huellas dactilares, y cubiertos sucios.

La higiene del hotel fue cuestionable. La turista describió cómo una camarera limpiaba los vasos de manera inadecuada, simplemente sacudiéndolos y enjuagándolos sin frotar adecuadamente los platos.

Estas experiencias negativas destacan la necesidad de mejoras significativas en el sector turístico cubano para mantener y aumentar la afluencia de turistas rusos, quienes actualmente enfrentan serias deficiencias en servicios y condiciones.

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