La Embajada de Estados Unidos en La Habana emitió una alerta de seguridad dirigida a su personal y a los ciudadanos estadounidenses residentes o de visita en Cuba, debido al aumento de robos, agresiones y allanamientos en distintos puntos del país, un fenómeno que se agrava por los frecuentes cortes eléctricos.

Según el comunicado oficial, la crisis económica y social que atraviesa la isla ha derivado en un repunte sostenido de la delincuencia, afectando tanto a la población cubana como a diplomáticos extranjeros. La embajada mencionó incidentes recientes que incluyen robos con armas blancas, ataques a vehículos de la misión diplomática y asaltos en viviendas.

“El deterioro de las condiciones económicas ha provocado un aumento de los robos y los incidentes violentos”, señala la alerta, en la que también se subraya que los apagones prolongados facilitan las actividades delictivas al dejar barrios enteros sin iluminación durante la noche.

La embajada recomendó extremar precauciones tanto en la seguridad personal como en la residencial, aconsejando mantener puertas y ventanas cerradas, evitar dejar objetos de valor en patios o exteriores, y tener los teléfonos móviles cargados y con números de emergencia guardados. Además, sugiere no mostrar dinero en efectivo en público, no aceptar bebidas de desconocidos y limitar el consumo de alcohol, medidas básicas para reducir el riesgo de ser víctima de delitos.

Asimismo, el comunicado recomienda a los ciudadanos identificar rutas de escape en lugares concurridos y, en caso de presenciar un hecho violento, actuar como “buen testigo”, tomando nota de la apariencia, ropa o vehículos involucrados sin intervenir directamente.

Las autoridades diplomáticas mantienen habilitada una línea de asistencia para emergencias y recordaron que cualquier ciudadano estadounidense en la isla puede comunicarse con la embajada a través del correo acshavana@state.gov

o del teléfono (53) 7 839-4100.

En los últimos meses, varios reportes ciudadanos y publicaciones en redes sociales han denunciado una ola de violencia que incluye desde asaltos a peatones hasta robos de motocicletas y animales de cría, delitos que el régimen ha intentado minimizar o atribuir a “casos aislados”.

Esta advertencia de la embajada estadounidense se suma a las múltiples señales de alarma sobre la creciente inseguridad en Cuba, un país que, durante décadas, fue presentado por el propio gobierno como “uno de los más seguros del mundo”.

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