La Policía Nacional arrestó en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a una mujer que intentó introducir más de dos kilos de cocaína en España utilizando un método insólito: un falso vientre de embarazada. El juez encargado del caso ordenó su ingreso en prisión tras comprobar la magnitud del engaño.

El operativo se desarrolló durante un control rutinario a pasajeros de un vuelo transatlántico. Los agentes notaron que la joven mostraba un comportamiento extraño y ofrecía respuestas incoherentes a las preguntas habituales, lo que levantó sospechas sobre su posible implicación en actividades ilícitas.

En un giro sorprendente, la mujer retiró voluntariamente una prótesis de silicona con apariencia de embarazo avanzado. Bajo la pieza se descubrieron 13 paquetes de cocaína envueltos en plástico transparente y adheridos firmemente a su abdomen, con un peso total superior a los dos kilos. La disposición de la droga buscaba aprovechar la apariencia de vulnerabilidad asociada a un embarazo, un intento de camuflar un delito grave bajo una fachada de inocencia.

La verificación de los paquetes mediante reactivos policiales confirmó que se trataba de cocaína, lo que derivó en la detención inmediata de la mujer como presunta autora de un delito contra la salud pública. Las autoridades subrayaron la sofisticación del método utilizado, que incluía la utilización de una prótesis cuidadosamente diseñada para simular el vientre de una mujer gestante.

Este caso evidencia cómo algunas personas recurren a estrategias extremas para traficar drogas, jugando con la percepción pública y la empatía de los agentes, en un intento de eludir la vigilancia en los aeropuertos internacionales. La Policía Nacional destacó la importancia de la atención al comportamiento de los pasajeros y la aplicación de protocolos de control rigurosos para detectar este tipo de delitos.

El arresto también refleja la complejidad del tráfico internacional de drogas y la inventiva de los delincuentes para transportar sustancias ilícitas. Según expertos en seguridad, el uso de prótesis u otros dispositivos para camuflar narcóticos no es común, pero representa un desafío creciente para las fuerzas de seguridad, que deben combinar tecnología y observación directa para prevenir el ingreso de estupefacientes.

Tras la detención, la mujer quedó a disposición judicial y se decretó su ingreso en prisión, donde enfrentará cargos por tráfico de drogas. Este caso se suma a una serie de operaciones recientes en España destinadas a combatir la entrada de narcóticos en vuelos internacionales, destacando la necesidad de mantener controles estrictos y formación constante de los agentes aeroportuarios para detectar conductas sospechosas, incluso cuando se presentan de manera inusual.

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