La atleta cubana Yarisley Silva, especializada en el salto con pértiga, dijo que estaba esperando un hijo por primera vez y describió el embarazo como “un proceso bonito”.

En una entrevista al portal oficialista Cubadebate, publicada este domingo en ocasión del Día de las Madres, la atleta de 35 años expresó que fue “emocionante” cuando le revelaron el sexo de su bebé. “Es un varoncito”, reveló.

De igual modo, se refirió a la gestación como “una experiencia nueva, te cambia la vida. Es maravilloso sentir las pataditas del bebé, su corazón, estar pendiente de los ultrasonidos, del médico que te va diciendo las cosas que tienes que hacer; ver cómo se va formando, creciendo”.

Su embarazo ha tenido complicaciones. “Todo el tiempo he tenido amenaza de aborto. A las 28 semanas, ingresé en el hospital materno infantil Aballí. Estuve allí una noche y después me mandaron a Maternidad Obrera, porque pensaron que el bebé nacería antes”, explicó.

“Tenía amenaza de parto pretérmino y me colocaron un pesario. Quiero agradecer a los médicos del Aballí, Maternidad Obrera y ahora a los del hogar Celia Sánchez, adonde me mandaron para terminar las 37 semanas”, dijo.

“Es un proceso bonito. Nunca pensé que las mujeres embarazadas pasaran por todo esto. Por eso se dice que madre es una sola”, agregó la pinareña que ostenta títulos mundiales tanto al aire libre como en pista cubierta, además de una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Según declaró, supo de su estado cuando pretendía ir a España para hacer una base de entrenamiento junto a su profesor, con vistas a los Juegos Centroamericanos y las competencias venideras.

“Pero me percaté de que llevaba tres semanas con manchitas. Fui al ginecólogo a ver qué pasaba. Me mandaron un ultrasonido y cuando me lo hicieron, me dijeron que tenía siete semanas de embarazo”, expuso.

“Nunca había estado embarazada y el médico me explicó que presentaba un útero fibromatoso. Era un feto valioso, una oportunidad única. Me dije: 'Está bien. Tendré a mi bebé'. Y en ese momento pensé que, si después me siento con fuerza para hacer al menos el año olímpico, lo haré. Si no, seguiré con mi familia”, añadió.

“Mi hijo es mi medalla de oro olímpica. Pero una tiene sueños, metas, no se conforma. Mi aspiración siempre ha sido terminar en alto, que me recuerden como esa atleta que logró campeonatos, medallas”, aseguró más adelante.

La atleta dijo que llamaría Elías a su bebé, “un nombre bíblico”. “Soy cristiana y me gustó Elías, porque tiene un significado bonito: Dios es el Señor”, afirmó. “Quiero aprovechar esta entrevista para felicitar a las madres cubanas y a las que van a ser mamás. Ahora que estoy pasando por esto, sé que es una experiencia única. El mayor tesoro que una madre tiene es su hijo. En estos nueve meses he podido sentir ese amor, aunque aún no he tenido el bebé en mis brazos”, dijo.

Silva aprovechó la entrevista para enviar “un beso al pueblo de Cuba, a la gente que me recuerda con amor y cariño. A todos, un gran abrazo”. Sobre la posibilidad de retirarse de las competencias, expuso: “Hay atletas como Allyson Felix, Shelly Ann Fraser o la misma pertiguista Nikoleta Kyriakopulu, que han vuelto a la pista muy bien luego de haber tenido sus bebés”.

“Y existen estudios que indican que las mujeres, después de parir, regresan con mayor capacidad física, mejores rendimientos. Quiero darme la oportunidad. Si mi organismo se encuentra bien y todo marcha bien, ¿por qué no probar?”, señaló. 

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