Atacada adolescente hija de activista político en Santa Clara

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 23 de septiembre de 2024

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Un hecho prácticamente imposible de creer y que se ha adueñado de las redes es la golpiza recibida por una muchachita, prácticamente una niña, hija del activista político Serguey Pozo. La adolescente de 15 años fue golpeada por cinco mujeres adultas. Cuando Serguey llevó a su hija al Hospital Infantil "José Luis Miranda" de la ciudad de Santa Clara para ser atendida por los golpes recibidos, un oficial le impidió entrar al centro hospitalario agarrándolo por el cuello. No solo fue el militar pues el médico trató despóticamente a la muchacha y una amiga que la acompañaba y que también recibió castigo por parte de las cinco mujeres.

Por supuesto que la dictadura no tomó medida con las agresoras que quedaron impunes ante el ataque. Ellas se fueron tan campantes, sabedoras del "deber cumplido" El acoso del desgobierno hacia los que no están de acuerdo con él se ha intensificado y en esta ocasión el maltrato no fue solo para el opositor sino para su hija de 15 años y una amiga de 14 que también recibió castigo: Mileydy Pino Rodríguez, 14 años, y Selianis Pozo Márquez, 15.

El caso de Selianis y Mileydy es un ejemplo más de la intensificación del acoso y la violencia del gobierno cubano hacia los opositores y sus familias. El maltrato no se limita a los activistas, sino que también afecta a sus seres queridos, quienes a menudo son utilizados como herramientas de intimidación y castigo. La situación de Serguey Pozo y su hija pone de manifiesto la desesperación del régimen por silenciar cualquier voz de disidencia, recurriendo a tácticas cada vez más brutales y desalmadas.

Es un hecho palpable que la violencia y la represión en Cuba han alcanzado niveles alarmantes. Las redes sociales se han convertido en un refugio para las víctimas y sus familias, permitiendo que sus historias lleguen a una audiencia más amplia y generen conciencia sobre la verdadera situación en la isla. Sin embargo, la censura y el control de la información siguen siendo obstáculos significativos para la divulgación de estos hechos.

Este incidente debe ser una llamada de atención para la comunidad internacional, que no puede seguir ignorando la grave situación de derechos humanos en Cuba. Las voces de las víctimas y los activistas deben ser amplificadas y respaldadas para presionar al régimen cubano a rendir cuentas por sus acciones. La impunidad no puede seguir siendo la norma en un país donde la vida y la dignidad humana son constantemente pisoteadas por aquellos en el poder.

El ataque a Selianis Pozo Márquez y Mileydy Pino Rodríguez no es solo un acto de violencia aislado, sino un síntoma de un sistema represivo y corrupto que perpetúa el sufrimiento de su pueblo. La comunidad internacional y los defensores de los derechos humanos deben redoblar sus esfuerzos para apoyar a los valientes ciudadanos cubanos que luchan por un cambio y justicia en su país.






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