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EE. UU. cierra la puerta al regreso de peloteros de Grandes Ligas a Cub

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 2 de mayo de 2025

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El 2 de mayo de 2025 marca un antes y un después en las relaciones deportivas entre Cuba y Estados Unidos. La Oficina de Control de Activos Extranjeros, dependiente del Departamento del Tesoro estadounidense, implementó nuevas restricciones que ponen fin de manera definitiva al retorno de jugadores cubanos de Grandes Ligas a la Isla.

La medida, de carácter legal y vinculante, corta de raíz un negocio que, según múltiples voces, servía para oxigenar al deteriorado sistema deportivo del régimen cubano.

Durante los últimos años, la Federación Cubana de Béisbol Profesional (FEPCUBE) intentó atraer a peloteros de MLB para que representaran nuevamente a Cuba, especialmente en torneos internacionales. Esta estrategia buscaba elevar el nivel competitivo del béisbol local, muy afectado por la migración masiva de talentos.

Sin embargo, desde la óptica estadounidense, se trataba de un mecanismo indirecto de colaboración con un gobierno sancionado y represivo.

Las nuevas disposiciones de la OFAC establecen que cualquier jugador cubano interesado en firmar con una franquicia de las Grandes Ligas debe firmar una declaración jurada, notariada, donde afirme que ha establecido su residencia permanente fuera de Cuba y que no tiene intención de regresar.

Esta condición es indispensable para ser elegible. De no cumplirla, los jugadores deberán presentar otras pruebas de desbloqueo legal, como una licencia específica otorgada por Estados Unidos o una solicitud formal de asilo político.

Este cambio de política no solo tiene implicaciones deportivas, sino también políticas y económicas. La exportación de peloteros, que en años recientes se convirtió en una vía indirecta de ingresos para el régimen cubano, ha sido desmantelada. Las autoridades estadounidenses dejan claro que no permitirán acuerdos que, aunque sean deportivos, beneficien económicamente a un sistema que continúa violando derechos humanos y restringiendo libertades fundamentales.

La decisión ha sido interpretada como una respuesta firme a los intentos del oficialismo cubano de utilizar el deporte como una plataforma de legitimación. Asimismo, deja a muchos peloteros en una encrucijada: deben elegir entre representar a su país de origen o continuar su carrera profesional en el mejor béisbol del mundo.

Así, con estas nuevas reglas, se cierra un capítulo que alguna vez ofreció esperanza de reconciliación deportiva. Para muchos, esta es una muestra más de que las oportunidades de colaboración con la Cuba oficialista son cada vez más escasas y que el deporte no puede quedar al margen de las realidades políticas.



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