“Ustedes nos suben la recarga aquí, pero a mi papá allá (fuera de Cuba) no le suben el salario, antes me ponía 20 dólares de recarga y me duraba par de meses... Entonces los cubanos con las carencias, de electricidad, de comida, nos hemos visto con la dignidad por el piso para obligar al familiar de afuera a que nos mande dinero.”

Así comienza la contundente denuncia de una joven universitaria cubana, que en un encuentro público se atrevió a decirle las verdades a los representantes de ETECSA y a los funcionarios del régimen, en sus propias caras.

“Mi mamá es mayor del MININT, pero con lo que gana no le da para poder pagar esos tres mil y pico de pesos, y eso que la gente piensa que los del Ministerio (MININT) viven bien, pero aquí todo el mundo no tiene Mipymes ni tiene negocios…”, añadió la estudiante, desmontando el mito de los privilegios dentro del aparato represivo estatal y mostrando la profunda crisis económica que atraviesan incluso las familias vinculadas al propio sistema.

Mientras tanto, el presidente designado Miguel Díaz-Canel, desde su podcast "Desde la Presidencia", intenta justificar el impopular tarifazo en los servicios de telecomunicaciones. Lejos de ofrecer soluciones, amenaza con afectar aún más el acceso a internet, una herramienta vital para la comunicación y la organización ciudadana.

Pero la voz de esta joven no es un caso aislado. Cada vez más universitarios en Cuba están alzando su voz contra las injusticias. Hace solo unos meses, en la Universidad de Oriente, varios estudiantes protestaron por el desabastecimiento en los comedores y por el deterioro de las residencias estudiantiles.

En la Universidad Central “Marta Abreu” de Villa Clara, jóvenes se organizaron para denunciar los constantes apagones que dificultan el estudio y la vida diaria.

En La Habana, estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) también se manifestaron en redes sociales contra la censura y las restricciones de internet, publicando mensajes que rápidamente se viralizaron a pesar de los intentos de control.

“Es hora de que los padres en Cuba se pongan al lado de sus hijos, no del régimen”. El coraje de esta joven y de muchos otros universitarios demuestra que la juventud cubana no está dispuesta a callar. Frente al aumento del control estatal y el empobrecimiento generalizado, las voces estudiantiles emergen como un símbolo de resistencia y dignidad".

Del perfil de La Tijera

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