Monseñor Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba pidió corriente, comida y libertad a la Virgen de la Caridad del Cobre en la Eucaristía del Domingo de Ramos.

El religioso cubano dijo hacerse eco del justo reclamo del pueblo y afirmó que todos en la isla anhelan tener una existencia “con más desahogo” y “una vida normal”.

“Yo quiero pedirte lo que los peregrinos que vienen acá, lo mismo que piden ante ti, que es también lo que hablan en sus conversaciones, en sus hogares, entre los amigos (…). Es también lo que expresan de muchas maneras, porque los hombres estamos hechos para expresar nuestros sentimientos, nuestra manera de ver el mundo y para ser respetados por todos”, dijo Monseñor.

García Ibáñez, rogó ante la Patrona de Cuba en la Basílica Santuario Nacional ubicada en El Cobre una de las localidades que participó en las protestas populares de mediados de marzo.

“Nuestro pueblo pide y repite, corriente y comida, ¿eso es inalcanzable?”, clamó el arzobispo en su oración a la Virgen.

 “Una vida normal, con mayor desahogo, queremos vivir una vida normal, en la que cada cual pueda hacer su plan, su proyecto de vida, en que la vida no sea una lucha y un trabajo perenne” agregó el padre.

 Mons. García Ibáñez, dijo también que este es un derecho y también una necesidad de todo los cubanos.

“Necesitamos tener un sosiego en la vida, que nuestros niños duerman bien y nuestros ancianos también, y nosotros, que mañana tenemos que trabajar”, señaló además recordando que los cubanos quieren tener todo eso dentro de Cuba no afuera.

Y por supuesto también libertad para hablar para decir “lo que se piensa”.

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