Un niño de 10 años fue detenido en Minneapolis, Minnesota, luego de ser sorprendido conduciendo un vehículo robado cerca de un patio de recreo en una escuela. El incidente ocurrió el 20 de septiembre en el exterior de la escuela Nellie Stone Johnson, donde el menor puso en peligro la seguridad de otros niños que jugaban en el área.

El jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, explicó que las imágenes de seguridad mostraron al niño manejando de forma imprudente detrás del patio de juegos y acercándose peligrosamente a la acera, muy cerca de los estudiantes. Afortunadamente, no se reportaron heridos.

El niño fue arrestado y enviado al centro de detención juvenil del condado de Hennepin bajo cargos de agresión en segundo grado, conducción imprudente y posesión de propiedad robada. Según la fiscalía, también se está evaluando la competencia del menor para enfrentar el proceso legal. Un psicólogo designado por el tribunal determinará si el niño puede comprender los procedimientos judiciales y colaborar en su defensa. Si se dictamina que no es competente, el caso podría ser desestimado.

Este no fue el primer incidente de robo de vehículos en el que el niño estuvo involucrado. O’Hara señaló que el menor había sido detenido en al menos dos ocasiones previas por delitos similares y figura como sospechoso en más de una docena de casos que incluyen robo de vehículos y agresión con armas peligrosas.

El caso ha generado preocupación en la comunidad y las autoridades locales, quienes reconocen la falta de opciones adecuadas para menores con este tipo de antecedentes. "Nos enfrentamos a una crisis relacionada con niños que no pueden ser juzgados en el sistema de justicia juvenil, pero que tampoco están seguros en sus hogares", explicó un portavoz de la fiscalía del condado.

Las autoridades destacaron la necesidad de soluciones inmediatas para este tipo de casos, ya que la cárcel no es una opción adecuada para niños tan jóvenes. Según O’Hara, "Es inimaginable que un niño de 10 años haya estado involucrado en tanta actividad delictiva sin una intervención eficaz. Necesitamos lugares seguros en nuestra comunidad con los recursos necesarios para tratar a jóvenes con estas necesidades complejas".

El viernes, el niño también fue acusado por un incidente separado ocurrido en agosto, donde junto a otros menores intentó robar un auto y amenazó a la víctima con un cuchillo. Este caso ha reavivado el debate sobre cómo abordar el comportamiento delictivo juvenil en situaciones que requieren una intervención especializada, más allá de la detención en centros juveniles.

Las autoridades han solicitado una respuesta coordinada por parte de todas las entidades involucradas en el sistema de justicia juvenil y el bienestar infantil para encontrar soluciones tanto a corto como a largo plazo. La familia del niño ha cooperado con la policía y ha pedido ayuda para evitar que su hijo continúe por este camino destructivo.

El incidente resalta la complejidad de enfrentar el creciente problema delictivo juvenil en Minneapolis y la urgente necesidad de medidas preventivas más eficaces.

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