Testimonios que estremecen: cuatro muertos y nueve heridos en boda sangrienta
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 14 de mayo de 2025

Lo que debía ser una jornada de alegría y unión en Torrejón de Ardoz terminó convertido en un suceso luctuoso. Durante una boda con más de 500 invitados, un brutal atropello dejó cuatro muertos y nueve heridos de gravedad.
El acusado, Micael D.S.M., conocido como "El Portugués", no estaba invitado al evento y, según los testigos, actuó con total premeditación. Aseguran que realizó un “acelerón muy brusco” tras una discusión, dirigiendo el vehículo hacia los asistentes y generando una escena de pánico y muerte.
El juicio por estos hechos ha comenzado con testimonios desgarradores. Los familiares del novio, separados por un biombo del acusado en la sala, han sostenido firmemente que no se trató de un accidente, sino de un acto deliberado.
El padre del novio relató que no hubo señales previas de advertencia —ni luces ni claxon— antes del atropello. “A nadie se le pasa por la cabeza la reacción tan macabra de que va a cometer tal asesinato”, expresó, aún visiblemente afectado. Él mismo resultó herido, su esposa perdió el conocimiento y su madre y hermano murieron en el acto.
"Fue una masacre totalmente intencionada", reiteraron los testigos. La Fiscalía ha solicitado 226 años de prisión para el acusado, mientras que varias acusaciones particulares piden prisión permanente revisable por cuatro delitos de asesinato y nueve de intento de homicidio.
La defensa sostiene una versión radicalmente distinta: asegura que “El Portugués” intentaba huir de una “turba” que lo estaba golpeando y disparando. Según su abogada, el acusado actuó para salvar su vida y la de sus familiares en una situación de miedo extremo.
Los familiares del novio niegan que hubiera habido navajas o violencia previa al atropello. Afirman que el ambiente era festivo y tranquilo hasta la aparición del acusado. “Lo normal es que todos vayan con intención de divertirse, no a morir”, dijo una testigo. La defensa, en cambio, asegura que él fue acorralado en un callejón sin salida, donde intentó escapar de una agresión descontrolada.
Este juicio no solo busca esclarecer los hechos, sino también arrojar luz sobre una herida abierta en una comunidad que aún no entiende cómo una boda pudo terminar en tragedia. Las versiones enfrentadas, el dolor de las víctimas y el perfil del acusado han convertido este proceso en un símbolo de la delgada línea entre celebración y desastre.