Apedrean tren en Alquízar y crece la ola de violencia contra el transporte en Cuba
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 17 de julio de 2025

Un nuevo episodio de violencia contra el transporte público cubano ha encendido las alarmas en Alquízar, Artemisa, donde un tren fue apedreado el pasado 10 de julio mientras se encontraba detenido en la estación local.
El hecho, compartido por la página Transportación Habana TH, fue acompañado de imágenes que muestran los daños sufridos en una ventanilla del coche de pasajeros. Aunque no se reportaron heridos, el incidente se suma a una serie creciente de ataques que golpean el ya colapsado sistema de transporte de la Isla.
No se trata de un caso aislado. Desde octubre de 2024 se han documentado agresiones similares contra trenes en distintos puntos del país. En Santiago de Cuba, el tren No.13 que cubría la ruta La Habana-Guantánamo fue blanco de piedras lanzadas desde el exterior, generando momentos de pánico entre los pasajeros.
En ese mismo contexto, autoridades ferroviarias han recordado ataques anteriores en los que incluso menores resultaron heridos. “Cada coche afectado implica decenas de vidas alteradas, muchas de ellas en situaciones de urgencia médica o personal”, lamentó Orgiel Pérez Milanés, director de la Agencia de Rutas Nacionales.
A la par, ómnibus urbanos en La Habana también han sufrido actos vandálicos. Durante abril de este año, varios vehículos fueron apedreados en plena ruta, afectando tanto a conductores como a pasajeros. La respuesta de las autoridades ha sido activar protocolos de emergencia que involucran a la policía ferroviaria, personal de estaciones y órganos de investigación, además de un llamado público a colaborar con las denuncias.
“El pueblo rechaza estos actos cobardes, que sólo agravan nuestras penurias diarias”, expresó el ministro de Transporte Eduardo Rodríguez Dávila, quien aseguró que se impondrán severas sanciones a los responsables.
Sin embargo, para muchos ciudadanos, las condenas oficiales no bastan. La falta de recursos, la escasez de piezas de repuesto y la degradación constante de la infraestructura dejan al sistema en una vulnerabilidad extrema.
Lo que más preocupa a la población es el patrón creciente de estos ataques. Más allá del daño físico, el vandalismo revela una fractura social donde la frustración, el hartazgo y la desesperanza parecen materializarse en gestos de violencia sin sentido. “Estos ataques no solo rompen cristales, también rompen la posibilidad de llegar, de vivir, de esperar algo mejor”, escribió un usuario en redes sociales tras conocer el hecho ocurrido en Alquízar.