La activista cubana por los derechos de los animales, Beatriz Batista, cruzó el Río Bravo por la frontera mexicana para pedir asilo en Estados Unidos.

La joven compartió un video en su canal de YouTube en el que cuenta todos los detalles de la travesía hasta el momento en que sale del centro de detención para migrantes, donde estuvo presa durante 50 días.

Batista había salido de Cuba para cursar una beca en España pero luego de varios meses en el país europeo decidió emigrar para Estados Unidos y cancelar sus estudios.

Según explicó, tuvo la suerte de cruzar el peligroso río "un día en el que estaba bastante tranquilo". Iba junto a un grupo de otros cubanos (cinco mujeres y un hombre).

En el video la joven mostró imágenes del momento en el el que saltan la cerca que divide la frontera de ambos países y llega al lugar donde se encontraban los oficiales de migración estadounidenses.

Emocionada, Batista compartió con sus seguidores que al llegar sonaba en la radio la música de Willy Chirino y Celia Cruz.

"Lo más difícil para mi fue el momento en que a todas mis amigas le dieron la libertad a los diez días y yo me quedé sola. Me sentí abandonada", explicó en sus historias de Instagram durante una ronda de preguntas y respuestas.

Beatriz se entregó a las autoridades migratorias norteamericanas el 5 de enero de 2022 y salió de la cárcel el 24 de febrero.

"Estuve varios días sin bañarme y un mes con la misma ropa (el uniforme que le dieron en el centro de detención)", dice.

Asimismo, contó que había bajado más de diez libras de peso y que había vivido en carne propia la discriminación hacia las mujeres latinas.

Batista fue una de las cubanas que protestó junto a otros animalistas en febrero de 2021 en la sede del Ministerio de Agricultura (MINAGRI), en La Habana, para exigir la aprobación del prometido Decreto Ley de Bienestar Animal.

Tras su participación en la manifestación, denunció haber recibido varias amenazas anónimas desde perfiles falsos en las redes sociales.

El pasado 11 de julio, durante las masivas manifestaciones en Cuba, la joven activista se sumó a las protestas y denunció la respuesta represiva del gobierno a los manifestantes pacíficos.

“Delante de mí vi cómo el gobierno quería matar a las personas, al pueblo, nadie me lo contó. El sistema cubano demostró una vez más que vivimos en una dictadura”, escribió en Facebook.

"Los uniformados con sus bastones caían en pandillas a los del pueblo y les desfiguraban el rostro. Los civiles se mezclaban entre nosotros recién bajados de guaguas escolares y con piedras y manoplas repartían golpes sin piedad a esos mismos que estaban luchando por su libertad”, añadió junto a varios videos de la manifestación.

Para ella ese día es uno de los momentos más impactantes que ha vivido. “Todos mis derechos han sido arrebatados. Mis derechos a pensar libremente, mi derecho a tener trabajo, mi derecho a alimentarme, mi derecho a tener salud, incluso a tener amigos. Vivo todos los días de mi vida bajo amenaza, tortura psicológica y coacción”, dijo.

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