El primer coronel Eddy Sierra Arias, jefe de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), destacó en una reciente intervención televisiva que la prevención y enfrentamiento a la corrupción, el delito y las ilegalidades siguen siendo una prioridad para el Ministerio del Interior. Este esfuerzo se realiza en conjunto con otras instituciones políticas, gubernamentales y entidades para mantener el orden interior y la tranquilidad ciudadana.

"Es innegable que la compleja situación derivada, principalmente, del bloqueo tiene un impacto en la vida cotidiana y en las tensiones económicas, lo que influye directamente en el comportamiento del delito", afirmó Sierra Arias.

En este contexto, el registro delictivo presenta una complejidad adicional debido a manifestaciones transnacionales como el contrabando desde el exterior y el tráfico de drogas. Además, hay un notable movimiento de ciudadanos nacionales y extranjeros, que también afecta la actividad delictiva, junto con el deterioro de algunos valores éticos.

Las principales manifestaciones delictivas incluyen delitos contra el patrimonio, robos en viviendas y la sustracción de celulares y motorinas. Estos hechos están siendo enfrentados de manera directa y priorizada. "También hemos observado algunos actos de violencia, generalmente relacionados con situaciones personales y rencillas, algunos de los cuales involucran el uso de armas", explicó Sierra Arias.

Los delitos relacionados con drogas son otro aspecto fundamental en la labor de la PNR. "Nuestro país, situado en un entorno geográfico complicado, refleja la tendencia internacional hacia la diversificación del narcotráfico y el consumo de drogas", explicó. Este fenómeno ha afectado incluso a centros educacionales, lo que ha requerido una estrecha colaboración con las autoridades de Educación y la especialidad de Menores.

En el ámbito económico, Sierra Arias indicó que también se observa un nivel de corrupción que genera importantes pérdidas y daños, con redes asociativas involucradas en el fraude del presupuesto y otras violaciones estatales. Estas actividades han requerido un seguimiento constante, en coordinación con la Contraloría y la Fiscalía, para identificar debilidades en los sistemas de protección.

Sierra Arias mencionó la existencia de una economía sumergida, con actividades de acaparamiento y especulación, y destacó la importancia de abordar la receptación de bienes y la responsabilidad de las personas en enfrentar estos problemas. Además, insistió en que las manifestaciones de indisciplina social, derivadas del deterioro de valores en algunos sectores de la población, necesitan un tratamiento sistémico.

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