El joven cubano Andy Pajés volvió a ser decisivo en el momento más tenso de la postemporada. Un rolling por el box en el undécimo inning provocó el error que permitió a los Dodgers de Los Ángeles dejar tendidos a los Phillies de Filadelfia 2 carreras por 1 y avanzar a la final de la Liga Nacional, sellando la Serie Divisional 3-1.

En un duelo cargado de dramatismo, el Dodger Stadium fue testigo de una batalla de pitcheo entre Tyler Glasnow y Cristopher Sánchez, ambos intratables hasta el séptimo episodio. Los Phillies se adelantaron con un doble de Nick Castellanos, pero Los Ángeles empataron en el cierre gracias a la paciencia ofensiva de Mookie Betts, que negoció un boleto con bases llenas.

El desenlace llegó en el undécimo capítulo, cuando Pajés, con dos outs ybases llenas, conectó por el montículo. El lanzador Orion Kerkering perdió el control y su tiro desviado sobre el plato permitió que Hyeseong Kim anotara la carrera del triunfo.

El público explotó. Pajés, sin conectar un batazo de poder, cambió el destino del juego con fé y coraje, como declaró de inmediato. Con solo 23 años, el cubano se consolida como una pieza clave en la maquinaria angelina a pesar de que no está teniendo una buena post temporada.

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