Ancianos se quejan de situación en Cuba: “Nunca pasé tanta hambre como ahora”

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 30 de agosto de 2023

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La aguda crisis en Cuba, un país cuyo envejecimiento poblacional mantiene la tendencia al ascenso, golpea especialmente a las personas de la tercera edad, quienes tienen que arreglárselas para subsistir con los alimentos más básicos.

Este lamentable escenario lo refleja un reporte este miércoles del medio independiente Diario de Cuba, donde varios ancianos ofrecen sus comentarios sobre la actual situación. “Yo nunca pasé hambre en mi vida como ahora”, confiesa una mujer de 74 años, quien se jubiló por enfermedad hace nueve.

Al no acumular los 25 años de trabajo mínimos, recibe el nivel más bajo de pensión en Cuba, 1525 pesos, aunque reside con dos nietos.

“Recuerdo que, cuando yo era niña, antes de la Revolución, mi abuela Aurelia me mandaba a la bodega de la esquina. Me decía 'compra un quilo de arroz, un quilo de carne de res y un quilo de vianda', y comíamos”, dijo.

“Éramos pobres, pero no pasé hambre. Hoy, con la pensión, apenas compro los mandados, no puedo ni pensar en comprar pollo o aceite en las MIPYMES, me acuesto con hambre y me levanto igual, ni un café me puedo tomar. Este Gobierno está acabando con el pueblo”, agregó.

En cuanto a sus nietos adolescentes, admite que no encuentra cómo alimentarlos. “Ya ni pan puedo comprarles porque el de MIPYME está muy caro. El pan más barato es el que hacen con harina de maíz, y sale por 25 pesos. No sé qué inventar para buscar un dinero extra. No puedes hacer turrón de coco porque no hay azúcar; no puedes lavar para la calle porque no hay jabón ni agua, que la están poniendo cada 15 días; no puedes planchar porque ya no se plancha con está falta de electricidad… No hay por dónde arañar. Gracias a mis vecinos, que me dan algún sirope para hacer refresco, o algún pedazo de cabeza o hueso para hacer una sopita, voy tirando”, detalló.

Asimismo, un jubilado del sector del transporte, de 82 años, dijo que se ve obligado a vender cigarros al menudeo en la zona de Micro 9, distrito José Martí. A pesar de tener una pensión de casi 3000 pesos, necesita el negocio del cigarro para completar la manutención de un hijo menor y la de su esposa, ama de casa, cuenta el referido medio.

“Nunca pensé que este país se iba a poner así”, dijo. “Yo era rastrero y nunca nos faltó nada. Pero lo de los precios de la comida ahora es una falta de respeto. Hay que comprar la comida a diario porque la cuenta no da y es lo que aparezca (…) Así estamos, el pueblo pasando hambre y los dirigentes engordando y viajando 'por el bien del pueblo'. Ya lo que tienen que hacer es entregarse, este sistema no funciona”, expuso.

La realidad no es distinta para una maestra retirada de 62 años, la cual sostiene que la mayor preocupación es el alimento. “Me levanto con eso en la cabeza. Estoy descompensada por el mal comer, y ni siquiera tengo el consuelo de un café, que ya ni sé desde cuándo no viene. Vivo con mi esposo jubilado, que también trabaja, y mi hija, y el dinero no alcanza y la comida tampoco. Este mes todo el cárnico lo hemos tenido que comprar por fuera, en la bodega solo nos dieron los cinco huevos por persona”, explica.


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