El video que acompaña este post fue grabado en una calle de la ciudad de Artemisa y muestra una escena que resume, en pocos segundos, el colapso humano y moral que sufre Cuba: un anciano, exhausto, hambriento y desprotegido, recoge del suelo un resto de comida para llevárselo a la boca. No pide, no grita, no reclama. Solo intenta sobrevivir.

La imagen, tan simple como devastadora, expone una verdad que muchos prefieren ocultar: la crisis humanitaria en Cuba ha alcanzado un punto en el que miles de personas mayores no tienen garantizado ni siquiera un plato de comida al día.

Este hombre —cuya identidad se desconoce— es el rostro de toda una generación que entregó su juventud al trabajo, a los planes estatales, a la promesa de un futuro seguro. Hoy, sin fuerza, sin familia o sin recursos, sobreviven entre la miseria, las colas interminables y el abandono. Su gesto de lamer el dedo en busca de un mínimo sabor revela décadas de fracaso institucional, de pensiones que no alcanzan ni para una libra de arroz, y de un sistema de asistencia social incapaz de amparar a sus ciudadanos más vulnerables.

Pero lo más alarmante es que esta escena no es un hecho aislado. De un extremo a otro del país se multiplican las denuncias: ancianos que rebuscan en los latones de basura, que venden objetos personales para poder comer, que pasan días completos sin medicinas esenciales. Muchos viven solos porque sus hijos emigraron, otros dependen de vecinos solidarios o de la caridad callejera. Mientras tanto, las autoridades minimizan la situación, maquillan cifras y continúan repitiendo un discurso triunfalista completamente desconectado de la realidad.

La pregunta es sencilla y dolorosa: ¿qué clase de nación permite que sus abuelos mueran de hambre a plena luz del día?

Un país no puede llamarse justo, ni humano, ni civilizado cuando sus ancianos —los que levantaron la nación— se ven obligados a mendigar comida en las calles.

Este video, breve pero contundente, no solo retrata un instante de miseria: es un llamado urgente a mirar sin filtros la tragedia que se vive en Cuba. El hambre ya no es teoría ni amenaza futura. Es una realidad insoportable que golpea a los más indefensos.

Fuentes: Noticias Cuba- ICLEP

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