El gobierno estadounidense amplió las restricciones de visa a individuos involucrados en la explotación de trabajadores cubanos en el extranjero, en especial dentro de las misiones médicas.

El Departamento de Estado confirmó este martes nuevas medidas que penalizan a funcionarios y personas vinculadas al sistema de exportación de mano de obra cubana, que ha sido señalado en múltiples ocasiones por prácticas laborales abusivas. La política también afecta a ciudadanos extranjeros que faciliten o se beneficien de este esquema.

El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que las restricciones de visa aplicarán no solo a funcionarios cubanos actuales y pasados, sino también a sus familiares cercanos. La medida busca frenar la explotación que ocurre bajo estos programas, considerados una fuente clave de ingresos para el régimen cubano.

“Las misiones médicas generan millones de dólares al gobierno cubano a costa de la explotación de sus trabajadores, que son sometidos a condiciones coercitivas y vigilancia constante”, declaró Rubio.

El Departamento de Estado también confirmó que varios individuos ya han sido sancionados bajo esta nueva normativa, incluyendo ciudadanos de otros países que colaboran con el modelo cubano.

El programa de misiones médicas cubanas ha sido denunciado en repetidas ocasiones por organismos internacionales y exintegrantes. Quienes han escapado de estas misiones han revelado que sus pasaportes son retenidos, sus movimientos son restringidos y la mayor parte de sus salarios son confiscados por el gobierno cubano.

Según cifras oficiales, en 2023 había más de 22,000 trabajadores cubanos desplegados en 53 países, con el sector médico representando el 75% de la fuerza laboral enviada al extranjero. Sin embargo, la exportación de mano de obra no se limita a la salud, sino que abarca otros sectores como la educación, el deporte y la ingeniería.

Durante la pandemia, Cuba amplió su presencia internacional con las Brigadas Henry Reeve, incrementando los ingresos del régimen a niveles estimados entre 6,000 y 8,000 millones de dólares anuales gracias a estos servicios.

Las nuevas restricciones de visa forman parte del compromiso de Estados Unidos de combatir el tráfico laboral y la explotación en cualquier parte del mundo. Expertos señalan que esta medida podría afectar la capacidad del gobierno cubano de seguir lucrando con la exportación de su mano de obra.

Los profesionales que abandonan sus misiones sin autorización enfrentan severas represalias por parte del régimen cubano, incluyendo la prohibición de regresar a la isla durante ocho años y la separación forzada de sus familias.

(Con información de Martí Noticias)

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