Es inimaginable el dolor que sienten los padres de los muchachos muertos tras la explosión en la base militar de Holguín, dolor recrudecido ante la imposibilidad de hacerles una ceremonia digna para sepultarlos. Dentro de esa dolorosa realidad, Julio César Guerrero Batista, padre de José Carlos Guerrero García, uno de los 13 fallecidos, exige se haga una investigación real de los hechos que conlleve a la búsqueda del cuerpo del joven.
“Yo quiero el cuerpo de mi hijo”, demandó de manera categórica Guerrero, en un mensaje desgarrador publicado en redes sociales. Julio César es una de las 13 víctimas del siniestro del 7 de enero, que fueron declaradas oficialmente fallecidas por el alto mando de las Fuerzas Armadas cubanas, en un comunicado publicado la víspera.
Guerrero sostuvo que “nunca se iniciaron la búsqueda y mucho menos las investigaciones en el lugar de la explosión” y alegó que, según el parte diario que un oficial de las FAR le daba en su domicilio, las labores “no se podían iniciar” porque en el sitio “seguían detonando municiones y no se podía poner en riesgo a los rescatistas, investigadores y peritos”.
El consternado padre cuestionó en qué momento se llevaron a cabo la búsqueda y la investigación, y reveló que hasta la fecha “a los familiares de las víctimas no se les ha dado una explicación detallada de lo sucedido”.
“¿Por qué el ministro de las FAR y el secretario del PCC provincial, no se reunieron con los familiares cuándo estuvieron en Holguín, para al menos expresar sus condolencias a las familias?” se preguntó. “Yo le digo y exijo que el cuerpo de mi hijo y los demás sean encontrados. ¿Qué van hacer con el material militar que queda en el lugar?. Yo quiero el cuerpo de mi hijo”, concluyó Guerrero.
En otra publicación en Facebook, el padre advirtió: “Sin cuerpo no habrá ceremonia”, decisión que apoyaron familiares y allegados.
La comisión del MINFAR encargada de la investigación del siniestro declaró que, debido a “la complejidad extrema que existe en el terreno producto de las explosiones, los efectos de los gases acumulados y los severos daños ocasionados, así como el peligro real de derrumbes debido a la afectación estructural de la obra”, no se pudo llegar hasta el lugar donde se encuentran las 13 personas -cuatro oficiales y nueve soldados- que hicieron frente al siniestro con la intención de evitar su propagación.
Según la versión oficial, “a tenor con los trabajos realizados y los análisis de los especialistas”, la comisión ministerial y los órganos de investigación competentes concluyeron que “es inaccesible el lugar del accidente y en consecuencia no existe posibilidad alguna de vida en el lugar”.
El informe aseguró que, “después de varios días de intenso trabajo”, se determinó que la posible causa del suceso “está asociada a un fallo eléctrico provocado por un cortocircuito en el interior de la instalación”.
Durante los días posteriores a la explosión, el régimen mantuvo hermetismo sobre la investigación del trágico suceso, lo que generó indignación entre los familiares de las víctimas, que denunciaron negligencia, falta de interés en comenzar las labores de rescate y nula información sobre las pesquisas.
En medio del dolor y la indignación generados por la tragedia en la que desaparecieron nueve jóvenes reclutas y cuatro militares, cobró nuevo impulso la campaña “No al Servicio Militar”. Promovida por activistas y organizaciones independientes, la iniciativa exige el fin del Servicio Militar, considerado por muchos cubanos como un sistema opresivo y peligroso para los jóvenes.
En una denuncia publicada en las últimas horas por la activista Yamilka Laffita (conocida como Lara Crofs) reveló que autoridades “están presionado a las madres del poblado de Melones, para que envíen a sus hijos al servicio militar obligatorio”.
“¿Aún no han podido sacar los cuerpos de los niños que están dentro de los silos y ya están reclutando más niños para volverlos a enviar a la muerte?”, condenó. Laffita alertó que “las amenazas del oficial Yoel Méndez, quien se encarga de citar a los muchachos del Consejo Popular El Purial, a las madres que se niegan a enviar a sus hijos al peligro, son cada vez más constantes”.
“¿Presidencia Cuba, Minfar Cuba, la decencia y el respeto de ustedes llegó a su fin verdad?”, arremetió la activista contra las autoridades.
Aunque el presidente Miguel Díaz-Canel expresó sus condolencias, la falta de información clara y oportuna ha generado desconfianza y críticas entre la población. Ni siquiera acto de presencia en el lugar hizo el dictador cubano ni ningún dirigente de la alta dirigencia del país.
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