Hasta tres días seguidos en Pinar del Río han estado las familias sin poder comprar pan, denunció un campesino para ilustrar la penosa situación que enfrentan los cubanos actualmente a la hora de llevar el alimento más simple a la mesa.
Pese a que el pan que el Estado distribuye para cubrir la canasta familiar a través de la libreta de abastecimiento se debía expender diariamente, la realidad es otra. El campesino tabacalero Osmani Poveda Hernández, de la localidad pinareña de San Juan y Martínez, lamenta el faltante del preciado alimento en el territorio.
“Aquí en la cooperativa Hermanos Saiz, los campesinos cuentan con el que llega a la bodega, un pan mal elaborado, no le echan aceite, no tiene los ingredientes necesarios, nada más lo tocas y se desgrana solo”, describió en declaraciones a Martí Noticias, que publicó este lunes un reporte sobre el tema con entrevistados de varias provincias.
“A veces pasan tres días seguidos sin que repartan el pan, y cuando lo traen ya está en mal estado. En Pinar del Río, más nunca han vendido pan liberado”, señaló. Las dificultades se extienden por todo el país. Martha Pérez reside en Nueva Gerona, en la Isla de la Juventud, comentó que debía someterse a una cola desde las primeras horas del día para alcanzar a comprar el pan.
“Usted tiene que levantarse a las tres de la madrugada y acudir a la calle 39 y ahí hacer una cola, donde regularmente pueden haber más de 300 personas. Realmente tenemos una situación crítica aquí en la isla”, expuso.
“Lo que está escaseando es la harina, ya hace siete días que no pasan los revendedores por la casa y, con anterioridad, esas bolsitas con panes individuales la estaban cotizando a 60 pesos, pero en estos momentos no hay esa posibilidad, el pan está en falta”, dijo, desde La Habana, el periodista independiente Enrique Díaz.
Asimismo, el operador de una cafetería en Santa Clara, provincia de Villa Clara, señala los contratiempos para llevar adelante su negocio sin ese producto en el menú. “Es nula la oferta de pan por parte del Estado para nosotros poder vender nuestros productos”, dice.
“A la mayoría de los centros gastronómicos estatales les quitaron la asignación de pan; a los centros laborales del gobierno también les quitaron la asignación del alimento”, dijo. En la ciudad de Sancti Spíritus, Adriano Castañeda describió el funesto escenario.
“En la provincia las autoridades suspendieron la venta de pan liberado; solo está disponible el de la canasta básica y lo primero es que no sabemos qué estamos comiendo. Según dicen, lo están haciendo con harina de yuca y de calabaza”, dijo.
En 2021, la prensa oficialista confirmó que las panaderías estaban elaborando el alimento con productos alternativos ante la escasez de insumos, como la yuca y la calabaza. Pero, al parecer, tampoco las supuestas soluciones han servido para garantizar la venta del pan normado.
“El de la canasta básica, en estos momentos llevamos tres días aquí, en el barrio La Vigía, sin que repartan la bolita esa que se pone prieta, y ahora no hay harina”, dijo Leydis Tabares, desde la ciudad de Camagüey.
“El gobierno está utilizando actualmente la fábrica que tiene en Las Tunas para confeccionar harina de boniato y de maíz, que es la que están utilizando ahora dentro del compuesto para formar la masa de hacer el pan”, aseguró el activista Ramón Zamora, en la ciudad de Holguín.
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