Reportes en el ciberespacio dan como desaparecido al joven periodista independiente cubano Héctor Luis Valdés Cocho.
Fue el también periodista independiente isleño Jovián Díaz quien, a través de su página de Facebook, ‘Cuba x Dentro’, realizó la denuncia y aseguró que se desconoce su paradero.
“Héctor Luis Cocho sigue desaparecido, no se conoce su paradero aún.... #libertadparadenisolis #libertadparacuba #libertadparatodoslospresospolitico #libettadparahéctorluisconcho”.
Hace pocos días, Valdés Cocho fue detenido y golpeado por agentes de la Seguridad del Estado y él mismo se encargó de hacerlo saber al mundo, a través de una publicación que dejó en Facebook en la que relató todo lo sucedido.
Según denunció el joven reportero, lo que vivió lo llenó de ira, de impotencia, de deseos de llorar.
En casi medio año de trabajo como periodista independiente, nunca había pasado por una experiencia como esta que relata, asegura Valdés Cocho.
¡¡¡Te entramos a pescozones por maricón y chismoso!!!
Típica frase utilizada desde que tengo uso de razón por parte de agentes uniformados o mejor diría yo "perros uniformados", con el mayor cariño a esos nobles animalitos.
Llevo ya 5 meses realizando periodismo independiente, más de seis multas, innumerables detenciones, maltrato verbal y psicológico; pero jamás me he sentido tan mal, al punto de llorar de la ira e impotencia, como lo hice hoy.
Al comunicarme con Iliana, Oscar y Esteban para decirles que me dirigía a la unidad de Cuba y Chacón, para así acompañarlos como siempre que un amigo lo necesita ahí estoy.
Llegando al Capitolio me detiene un carro patrullero con el número 623, una moto Suzuki con un agente de la seguridad del estado que en mi vida lo he visto.
Sin identificarse (nunca lo hacen), me dicen que tengo que apagar el móvil y montarme en la patrulla, rápidamente paso un sms a mi hermano Esteban informando lo que me sucedía y el número del carro patrullero.
Llegando a la unidad de Zanja fue cuando experimenté lo que sabía que algún momento iba a experimentar, pero jamás imaginé que fuera hoy: fui empujado, golpeado; me gritaban en el oído como si estuvieran hablando con alguna persona con dificultad auditiva.
Lloré, sí lloré mucho, el dolor me mataba, pero sabía que tenía que resistir. Como fiera a cada golpe que me daban, los miraba fijamente, como si quisiera que sus rostros se quedaran grabado en mi memoria, que así fue. Me repetían esa frase, que, aunque muera de 200 años, jamás la olvidaré:
"... te entramos a pescozones por maricón y chismoso..."
Gay sí soy, con orgullo lo reconozco desde que recibí el abrazo de mi madre y de mi familia al conocer mi orientación sexual.
Desde que sentí por primera vez el amor hacia una persona de mí mismo sexo, desde que amé sin mirar el qué dirán de una sociedad feudalista.
¿Chismoso? ¿Por qué?
Por no callarme ante un sistema político inservible, que miente y oculta la realidad ante un pueblo que cada día se sumerge más en la miseria y la desesperación.
Por el simple hecho de querer informar la verdad y burlarme de la censura.
No, no soy chismoso, solo soy ese pájaro que tiene los inmensos testículos que les faltan a ustedes para alzar mi voz y jamás callarme. Soy ese maricón que en cinco meses no han podido controlar jjajaja. Qué pena, jamás lo lograrán.
Sobre las 10:30 pm me soltaron en Ayestarán, adolorido, ya que padezco de crisis de columna y tal parece que ellos lo sabían, por qué se ensañaron con ese lugar.
Ya estoy en casa, con mucho dolor en el cuerpo, pero más dolor tengo en el alma.
Cuba llora y nosotros somos incapaces de salvarla de quien la hace sufrir.