“Mira el pan de cuota a que dan en el poblado de Jicotea de la provincia de Ciego de Ávila. Lo único que espero de esta supuesta revolución son decepciones y veo que en eso es lo único que son capaces de cumplir”, denuncia este jueves una cubana al influencer Utrack en su grupo de Telegram.
“Es una burla a los niños, a los adultos mayores y a personas que son trabajadores y que lo único que tienen para el desayuno y la merienda, que muchas veces tienen que aguantar hasta la hora de la comida”.
“En estos momentos ya es hasta un lujo el almuerzo. De verdad, ya no sé cuándo piensan dar la cara y decir la verdad de la situación y dejar de ocultarse tras la palabra continuidad”.
Otros cubanos también se quejaron de la situación con el pan. “Aquí en Marianao (La Habana) el pan vino a la panera a las siete de la tarde noche y parece de bocaditos” y “de ese mismo tamaño una jabita de seis pancitos cuesta 250 pesos en Matanzas”, denunciaron.
“La verdad es que realmente nos tienen donde quieren: pensando todo el tiempo cómo darle comida a la familia. Pensando lo caro que está todo. Pensando cómo hacer dinero suficiente para poder comer. Ya la mayoría no piensa en vestirse y calzarse, todo ronda en precios y comida, necesidades, escasez. A nadie le importa este pueblo”.
“Hasta hoy en la bodega sólo han traído cuatro libras de arroz y una de azúcar. ¿Qué estamos haciendo para poner un plato de comida en la mesa? Eso nadie se lo pregunta. Cada vez que inventan algo es peor. Ahora son las MIPYMES, donde una latica de pasta de tomates cuesta 500 pesos. ¿Qué jubilado que cobre al mes 1500 pesos puede darse ese lujo? ¿O comprar arroz a 250,00 la libra o un aguacate 200,00 pesos? Esto no hay quien lo aguante y en vez de pensar en mejorar la situación, todo el mundo está en sus cosas y ¿dónde quedamos nosotros?”
“Así mismo. Es un lujo y privilegio el que tenga hoy en día un almuerzo en su casa. Ese pan que hay que guardarlo para los niños para su merienda y cuando llegan a sus hogares no pueden merendar porque si no no pueden desayunar y llevar su merienda a su escuela”.
“El pueblo se está muriendo de hambre. Yo no estoy en contra de mi país pero si de estos hijos de su p... madre que no pueden con el país, que abran y nos dejen irnos. Mira cuánta violencia, robos en este país. Sin embargo, ellos comen bien. Cerc de mi casa está la escuela del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Matanzas con más seguridad y buenos almuerzo, dicho por los mismos trabajadores de la escuela del PCC. ¿Hasta cuándo vamos a ser carneros? Aquí ya hasta los personas mayores están en contra de esto”, opinó una cubana.
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