Algunos niños de la escuela primaria “Concepción Arenal”, afectada por la devastadora explosión del Hotel Saratoga en La Habana, el pasado 6 de mayo, todavía sufren las secuelas psicológicas del traumático momento.
Luego de la explosión, los alumnos del centro fueron trasladados a la escuela “Rafael María de Mendive”, en Prado 89, para reanudar la docencia. Los estudiantes de tercer y cuarto grados se encuentran dando clases en la secundaria “Jorge Vilaboy”, y aquellos de los dos últimos años de la primaria en el politécnico “Carlos Rafael Rodríguez.
Una de las maestras reubicadas, Rosa Calaf, contó al portal oficialista Cubadebate que todavía hay niños que tienen secuelas, se asustan cuando oyen ruido o creen que ocurrirá una explosión. Las escuelas adonde fueron trasladados, cuentan con psicólogos para brindar asistencia a los menores.
El día de la explosión hubo varios niños heridos. Otra profesora, Loli Barceló, recordó que su hijo es alumno de la primaria frente al hotel y piensa que lo mejor para los niños, cuando regresen al centro de enseñanza, sería cubrir la imagen del Saratoga. “Creo que lo ideal sería una clausura de puertas en nuestro centro para que ellos no visualicen el hotel desde el aula”, dijo.
“Tengo también una niña en secundaria que recibió un golpe en la cabeza, ella ese día se puso el refuerzo de la vacuna y estaba conmigo en la escuela. Hacía cinco minutos que estaba ahí, fue al aula de la colega mía, Arianna, y cuando ocurrió la explosión le cayó la puerta en la cabeza y se desmayó en el piso, me la sacaron bañada en sangre de ahí. Estuvo tres días en el pediátrico Juan Manuel Márquez”, evocó.
La maestra expuso que algunos menores no quieren ir a la escuela donde fueron reubicados temporalmente porque no se adaptan a ella. “Yo tenía a un niño que ya por lo menos está jugando, él había vivido un derrumbe en Dragones y ahora el Saratoga. Llegó aquí muy mal, se tapaba los oídos y temblaba, las luces le molestaban”, refirió.
“Los psicólogos han venido en tres ocasiones y se han reunido con nosotros cuatro veces. Cuando vienen a la escuela, abren el aula y conversan sobre ese momento, qué hicieron, qué sintieron, luego les reparten dibujos”, explicó.
Otras edificaciones cercanas sufrieron múltiples consecuencias por la explosión del Saratoga, que dejó un luctuoso saldo de 47 muertos y casi 100 heridos. Entre las construcciones afectadas, se encuentra el histórico Teatro Martí, que permanece cerrado a día de hoy, con daños en la cubierta, carpintería y varias áreas. Se espera que las reparaciones concluyan en septiembre.
Nercy Sánchez Ricardo, especialista del grupo inversionista que está llevando a cabo la restauración, declaró que ya se han cambiado nueve vigas de la cubierta y están trabajando en encontrar una solución para eliminar una entrada de agua que ocurre cada vez que llueve. “Mientras no logremos detener la entrada de agua, el avance será muy lento”, dijo.
Por otro lado, la sede de la Asociación Cultural Yoruba recibió dictamen técnico de la Oficina del Historiador, donde se reportan daños especialmente en carpintería y cristalería. El presidente de la asociación, Roberto Padrón Silva, comentó que “el techo tiene distintos desniveles, un muro de al lado se cayó para acá. Los puntales de las columnas redondas tienen rajaduras”.
“Estamos recibiendo algunas asociaciones e inscripciones. Hay muchas funciones que se hacían aquí que aún no se pueden llevar a cabo hasta que se decida qué se hará con el Saratoga”, agregó.