El ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, dijo el jueves que las entregas de sal destinada al consumo de la población muestran atrasos debido a problemas técnicos del ferrocarril para transportar el producto.
Durante la emisión del programa televisivo oficialista de la Mesa Redonda, el funcionario aseguró que los almacenes están llenos de sal, pero las dificultades radican en el bajo estado técnico en las casillas de ferrocarril que se ocupan de trasladarla.
Según el ministro, hay un equipo de personas analizando cómo modificar las condiciones de las salinas, para que los trenes entren y puedan cargar en planchas, en lugar de casillas, y así poder llenar los contenedores con el producto.
Entre las principales acciones del Ministerio de Energía y Minas en 2023, De la O Levy dijo que en la actualidad cuentan con 14 planchas de ferrocarril y la aspiración es llegar a 100 en funcionamiento, en aras de mover la sal en los contenedores. Tenemos más de nueve mil toneladas de sal en las salinas, afirmó.
Por otro lado, de acuerdo con el funcionario, Cuba sobrecumplió los ingresos por exportación de níquel en 2022, debido a los altos precios que adquirió ese metal en el mercado mundial, pero se dejaron de producir 5400 toneladas por la inestabilidad de insumos y materias primas como el amoniaco, además de problemas con el diésel para el equipamiento de minería y con la calidad del fueloil.
La Unión Cuba-Petróleo trabaja en un tratamiento a los combustibles en Santiago de Cuba para mejorar la calidad, cuyos resultados se espera sean exitosos, destacó el titular, quien afirmó que se asegura el diésel en los próximos meses.
Los atrasos en las entregas de productos que se distribuyen entre la población cubana, a través de la libreta de abastecimiento, son un problema común desde hace varios años durante los cuales el gobierno ha presentado siempre causas y justificaciones, pero continúa sin brindar soluciones.
Incluso el azúcar, en la cual históricamente la isla mostró altos niveles de producción, ha caído en la larga lista de la escasez y las irregularidades. En enero, el Ministerio de Comercio Interior de Cuba (MINCIN) intentó justificar los atrasos en el azúcar que venden en las bodegas. Varios dirigentes atribuyeron el problema al déficit en la zafra.
“A finales de 2022 algunas provincias empezaron a sentir aún más estas afectaciones, pues también las entregas del producto sufrieron retrasos. Como resultado el azúcar que debían recibir las bodegas para asegurar la distribución total a partir del primer día del mes entrante, no pudo cumplirse así en todos los territorios. Al tener pendientes, hubo provincias en las que al consumidor, cuando fue a comprar sus 'mandados' a inicios de mes, sólo se le pudo vender dos libras de azúcar, y el resto le fue entregado en el transcurso de las semanas siguientes”, explicó una directiva del MINCIN.
En diciembre, la azúcar alcanzaba astronómicos precios de hasta 150 pesos por libra, en un país donde el salario mínimo es de 2100 pesos mensuales. La industria se vio muy afectada luego de que en los 2000 el fallecido dictador Fidel Castro ordenara desmantelar varios centrales ante el desplome del precio del producto en el mercado internacional.
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