A través de Facebook, la periodista cubana Marta María Ramírez ha hecho una perentoria crítica contra el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, por su silencio ante la situación de las madres solteras en medio de la epidemia de coronavirus.
Algunos fragmentos de su oportuno llamado a las autoridades cubanas:
Hace unos días pedí ayuda al Dr. Durán en Twitter para las familias a las que no nos queda de otra que salir a la calle con bebés. Ayuda para que la policía no nos multe, encarcele o lo que se le ocurra, porque su atropello contra madres y sus hijxs ha quedado al descubierto en cuarentena.
Durán ignoró mi solicitud nuevamente. (Soy reincidente también con el protocolo que separa a madres e hijxs lactantes ante la sospecha de CoVid19 y el uso de nasobuco en menores de 3 años). Y más, indicó con su voz autorizada que las familias que sacábamos a nuestrxs hijxs éramos irresponsables.
Durán olvidó su tarea como epidemiólogo. Quizá porque el país no maneja cifras de hogares monomarentales, que a simple vista crecen y crecen. Pero él no las ve desde su oficina. Durán nos ha condenado nuevamente, a nosotras y a nuestrxs hijxs, a morir de hambre, si nuestras redes de apoyo faltan. El Estado, en su voz, se desentiende, como era de esperar dado su desactualizado Código de Familia (1975). El gobierno da la orden: ninguna embarazada o mujer con niñx podrá comprar en una tienda. La policia cumple ciega. La cola mira para el otro lado: ¡qué se jodan! ¿Algo habrán hecho para estar solas?
Y yo me pregunto: ¿qué diablos pasa en esta isla? ¿Con sus gobernantes? ¿Con sus profesionales?
Exijo que el Estado/Gobierno/Partido cubano proteja nuestras maternidades y a nuestrxs hijxs. No ocultándonos en casa, como los violentos, sino con políticas públicas muy fáciles porque estamos censadxs, que vendan lxs productos de primera necesidad para la infancia y sin impuestos, que protejan a las familias que, aun así, no pueden costeárselos.
Pido a cada persona de bien que colabore con las madres cubanas solas, con nuestras criaturas. A las actuales compañerxs de los padres de estación que quieren derechos sin cumplir deberes, a sus amigxs, familiares... que los animen (ese no es el verbo que quiero) a cumplir con sus responsabilidades con lxs hijxs.