Carta a Miguel Díaz Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del PCC y Presidente de la República de Cuba
"Ud. no debe recordarme; pero estuvimos juntos en el aula magna de la Universidad de la Habana, hace años. Yo era la locutora que presentó la actividad. Ud. no era presidente. Recuerdo que era un hombre hermoso y apuesto; al terminar el evento se acercó a nosotros los artistas para agradecernos, nos dio la mano sonriente y nos miró a los ojos con limpieza y simpatía. Recuerdo que pensé a favor de su carisma y confié en su inteligencia y capacidad.
"Sin embargo, después de su investidura como presidente de Cuba, nunca más he podido ver esa sonrisa y esa mirada, ni siquiera frente a las cámaras de televisión, que sería como mirar directamente a cada uno de los integrantes de este pueblo que dirige.
"Quien me conoce, sabe que cada mañana escribo cartas… le he escrito cartas a Fidel, a Raúl, a presidentes del poder popular… Cartas que se quedan en mi imaginación y nunca envío; suelto mi adrenalina y después continúo con la vida. Eso sí, nadie piense que callo lo que considero injusto, hablo en las reuniones, pongo el dedo en la llaga y siempre he trabajado para que lo que está mal sea resuelto. Hago mi parte y hoy tengo que llegar a Ud. directamente, tengo que lograr que me escuche, tengo que hacer algo más porque lo que ha sucedido es inaceptable, se sale de toda lógica posible y va en contra de mis principios como cubana y como ser humano, más allá de cualquier ideología.
"Esperé sus disculpas y su dimisión después de ver el caos y la violencia que su orden directa provocó en los últimos días. Hubiera sido bueno que se pintara las canas, se disfrazara un poco y se acercara de incógnito a cualquiera de esos “grupos de revolucionaros confundidos” que salieron a las calles. No tenía que gritar mucho, no tenía que marchar al frente, solo tenía que escuchar.
"Después, cuando apareciera la policía con toda la técnica preparada para agredir (tenían palos, perros, balas de goma, de todo), solo tenía que esperar unos minutos y sentir en su piel el primer palazo y dejarse montar en la patrulla, dejar que se le sentaran arriba, lo esposaran y ni siquiera lo escucharan cuando les dijera -¿no me conocen? Soy el presiente… después, solo después, cuando lograra aclararlo todo, se sentaría a valorar el horror que sus palabras habían provocado y entonces podría tomar decisiones.
"Presidente, no soy anexionista, no estoy apuntada en ningún bombo, no pertenezco a ningún partido, no estoy en el 27N, no estuve en las manifestaciones de los últimos días. Amo con pasión mi trabajo, puede revisar mi casa y no va a encontrar riquezas ni bien habidas ni mal habidas de ningún tipo; sólo mi dignidad, mi honestidad y mi patriotismo a prueba de todo. Como ve, parece que reúno las condiciones para el diálogo. Si hasta ahora no se ha sentado con ninguno, pruebe conmigo. ¿Dialogamos?
"Tengo mucho que decirle, aunque nada que Ud. no sepa pues estamos generacionalmente muy cercanos. Tenía yo 9 años cuando Barbados, alrededor de 13 cuando la tiradera de huevos y 27 cuando los balseros. Tengo, como Ud. muchos amigos y familia regados por el mundo. He visto muchas veces repetidas el intento fallido de “rectificar”, “ir por el camino correcto”, “reordenarse”… mientras la Habana se cae a pedazos y Cuba se destruye… tal vez Ud. recitó el poema “Tengo” de Nicolás Guillén (trate de decirlo ahora para que vea que todo es lo contrario). Si yo, si mi generación lo ve tan claro… ¿por qué Ud, no?
"Estoy en contra del bloqueo, lo conozco y me ha afectado de cerca, solo le doy el dato de que mi madre pasó sus últimos años sujeta a un tratamiento de hemodiálisis. ¿Qué hace la política? Actuar con diplomacia, ¿verdad?
"¿Qué le toca a un presidente? Responder a los intereses de su pueblo, sumar amigos en los países del mundo, levantar la economía, resolver las crisis… pero todo esto con el gobierno actual se parece al poema “Tengo” de Nicolás Guillén. Le doy otro dato presidente por si se decide a dialogar conmigo. Mi padre, luchó en la clandestinidad, estuvo en Girón… ¿Qué cree Ud. que me enseñó? …¡Ah! Pero ni mis hermanas ni yo manejamos nunca un Mercedez Benz.
"Pudiéramos hablar de muchas cosas pero me encantaría que a mi puerta llegara un carro blanco, se bajaran de él, tres muchachos altos de molleros fornidos y con buenos modales me condujeran hacia un lugar de puerta discreta y que Ud. estuviera allí y me escuchara 15 o 20 minutos. Si no quisiera dialogar conmigo, le sugiero que esos mismos minutos de su tiempo que le pido hoy, los dedicara diariamente a conversar con alguien del pueblo…así, al azar; pero no los busque en la cola del pollo porque entonces no va a conseguir conversar, solo escuchará improperios.
"Por si no se decide a conversar conmigo, le dejo escrito aquí otras tres o cuatro cosas: la prensa ¿está reflejando nuestra realidad? Lea los periódicos y escuche la radio y descubrirá incluso las mismas palabras en la redacción de una misma noticia que baja de arriba y punto. La censura ¿no le parece que es igual a poner a fajar cubanos contra cubanos? Desaparecen a los artistas, no por su arte, sino por su manera de pensar y advierto… ¡el día que perdamos la memoria, dejaremos de ser cubanos! Celia Cruz existe presidente, es más, ¡se ha hecho eterna y solo pongo ese ejemplo porque esa negra tiene ´Azúcar´ !
"La economía presidente…Hay que trabajar y la estructura cerrada de nuestras empresas propicia el robo, la corrupción y la poca productividad. El cubano es trabajador y quiere trabajar; no queremos, como el gobierno, vivir de las remesas. En tiempos de pandemia nos hemos dado el lujo de sacar de las aulas a estudiantes de medicina por su manera de pensar, igual ha pasado con algunos médicos. Anote esa y rectifique, regréselos a su lugar que las consultas no son reuniones del partido y los necesitamos para salvar vidas.
"También le sugiero revise profundamente las filas del PCC, se va a encontrar muchos militantes sin moral, con procesos de visa para irse del país, apuntados en bombos y todo lo indebido que pueda imaginar. Cuba se ha convertido en un pueblo que quiere emigrar …vergüenza …las grandes potencias roban cerebros pero aquí dentro estamos secando los cerebros. La diversidad de ideas existe y los cubanos no somos la excepción; podemos pensar de muchas maneras diferentes y fíjese que no hablo de ideas antagónicas. Si todavía quiere seguir en el poder, revise , trabaje a favor de su pueblo, busque la unidad y mire a los cubanos directo a los ojos ¿puede hacerlo?
PD/ Me hago responsable de todas mis palabras y no voy a contestarle a nadie, salvo a la persona a la que envío esta misiva, si se decide a dialogar conmigo. Solo les pido que la compartan para que llegue a su destino. Gracias"
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