Casi 90 000 hogares en Cuba tienen piso de tierra y miles de personas viven en más de 8900 cuarterías, dio a conocer directora nacional de Vivienda durante una reunión de Gobernadores e intendentes efectuada la víspera en la isla.
Vivian Rodríguez Salazar, máxima funcionaria de Vivienda en el Ministerio de la Construcción (MINCONS), dijo que a esos hogares (unos 89 496 específicamente) en extrema pobreza se estaría dando prioridad durante 2022.
El gobierno admitió que la situación de la vivienda es grave en Cuba y la calificó de “compleja”. Según las cifras expuestas de manera oficial, en 2021 solo se cumplió en el 47 por ciento del plan de construcción, donde solo exhiben resultados medianamente positivos Cienfuegos, Sancti Spíritus, Matanzas e Isla de la Juventud.
Las provincias con peores índices en ese acápite son Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo. Mientras unos 101 municipios presentan retrocesos.
Para este año se prevé en el Plan de la Economía la construcción de una 38 000 viviendas, aunque la cifra resulta muy por debajo de las necesidades. No obstante, el viceprimer ministro, Alejandro Gil Fernández, reconoció que se trata de un “reto” debido a la crisis económica vigente en la isla.
La propuesta de edificación de 38 000 viviendas parece risible, cuando en el país existen además de las casi 90 000 casa con piso de tierra, otros 48 293 hogares afectados por fenómenos climatológicos (de ellos el 66 % son derrumbes totales).
Además decenas de miles de familias viven en hacinadas en las 8907 cuarterías que se mantienen en todo la nación.
Uno de los principales problemas en la construcción son las materias primas, y a esto no ayuda la obsolescencia de las fábricas de cemento como Siguaney en la provincia de Sancti Spíritus entidad que solo pudo fabricar unas 43 000 toneladas de cemento gris de las 65 000 planificadas para el 2021, entre roturas, falta de insumos y ninguna esperanza de renovar su tecnología.