Un cubano quedó detenido después de acudir a su cita reciente en la oficina de inmigración de ICE en Miramar, Florida, con un documento I-220 B, lo cual dejó desconsolados a familiares y amigos.
El detenido es parte de un grupo de 36 cubanos que habían sido detenidos en octubre del año pasado durante varios días y los dejaron en libertad con un grillete. Más de una decena de esos migrantes se encuentran bajo detención nuevamente y dos ya fueron deportados.
“No tengo nada en Cuba. Vine con esta razón de que todo va a salir bien y quiero que todos los que tengan I-220B luchen porque le cambien el estatus, porque es una injusticia que nos hayan dejado entrar y nos quieran deportar”, lamentó Yedany Pérez, según un reporte de Telemundo.
De acuerdo con la información oficial del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS), la I-220B es una orden de supervisión. Pérez llegó con su abogado a la oficina de ICE, vestido con su uniforme de trabajo, con esperanzas de salir de la cita e ir directo a su centro laboral.
Sin embargo, su abogado, Miguel Inda-Romero, salió solo del centro. “Tengo miedo regresar a mi país porque yo no tengo nada allá. Ni casa, ni familia, ni nada. Aquí vine buscando libertad”, expresó el detenido.
Para su abogado, la decisión ya “estaba tomada”. “Es triste porque al mismo tiempo le dije tú sabes que hay personas que están en la calle que no deberían estar afuera. Comunistas en este país caminando nuestras calles que tienen delito. Y la han cogido con estos pobres cubanos que están trabajando, tienen familia, están haciendo lo correcto”, dijo Inda-Romero.
Pérez lleva casi cinco años viviendo y trabajando en EEUU con el documento I-220B. “A él no le queda más nadie allá. Nosotros nada más estamos aquí”, dijo su madre, visiblemente afectada por lo sucedido.
“No es justo que después de que los liberaron y le dieron la posibilidad de tener un permiso de trabajo y social security que ahora les estén haciendo pasar por esto de nuevo”, declaró una amiga de la familia. “Esto lo vemos como una traición de esta administración y este país”, agregó.
A finales de junio, Guillermo López, un cubano con orden de deportación, fue liberado después de presentarse en las oficinas de inmigración de Miami Lakes. “Es un milagro”, dijo emocionado.
López llegó a Estados Unidos en una balsa en 2021 y admite que no se siente cómodo hablando y tiende a ponerse nervioso. Cree que esa podría ser la razón por la cual no se le aprobó su solicitud de asilo por miedo creíble.
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