Carlos Yuniel Valle ha hecho pública una súplica desesperada: su esposa, Heydi Sánchez Tejeda, fue detenida el día de ayer en la agencia de inmigración de Tampa, Florida, durante una cita de rutina. Hoy, sin previo aviso, ha sido trasladada a Miami para ser deportada de manera inmediata a Cuba, mientras su familia y su esposo claman ayuda.
Lo más doloroso e inhumano de esta situación fue el momento en que, según relata Carlos, las autoridades le arrancaron a su hija de apenas un año de los brazos a Heydi, dejándola completamente destrozada. Sus gritos se escuchaban desde fuera del recinto. Era el llanto desgarrador de una madre separada violentamente de su bebé.
Heydi no es una desconocida para el sistema. Está legalmente casada con Carlos y tiene una reclamación familiar activa desde hace más de dos años. Sin embargo, las autoridades no han dado respuesta ni han ofrecido claridad sobre su caso. A pesar de esta situación migratoria en trámite, están procediendo con su deportación sin considerar el trauma y las implicaciones familiares y humanitarias de esta acción.
La comunidad y sus allegados se han unido al llamado urgente de Carlos: detener esta deportación. Exigen que se revise el caso de Heydi con justicia y humanidad, y que se respeten sus derechos como madre, esposa y persona en proceso de reunificación familiar legal.
"Solo pido que no destruyan nuestra familia, que no le quiten a mi hija a su madre. Que no manden a Heydi de vuelta a un país donde ya no tiene nada, ni a nadie", implora Carlos en su mensaje.
Este es un grito de auxilio, un llamado a la compasión y a la acción. Heydi necesita ayuda ahora. Mañana será tarde.