El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel hizo el sábado, en La Habana, un llamado a los productores de carne del cerdo en el país a trabajar “sin pesimismo” ante las difíciles circunstancias actuales, como forma de recuperar e incrementar la oferta de ese alimento a la población.
Durante la Plenaria Nacional de Productores de Carne de Cerdo, celebrada en el Ministerio de la Agricultura (MINAG), Díaz-Canel invitó a trabajar “sin pesimismo, conscientes de que los momentos de crisis hacen emerger las grandes soluciones”.
Los intercambios comenzaron en la segunda quincena de marzo a nivel local e involucraron a casi 7000 personas vinculadas al ramo, de ellas más de 4400 productores y 945 cooperativas, indicó un reporte del portal oficialista Cubadebate.
El incremento de la producción de carne de cerdo, insistió Díaz-Canel, está en la ciencia y la innovación, en fortalecer las interconexiones de los centros científicos con el sector productivo de bienes y servicios y de la administración pública; y también en fortalecer los sistemas productivos locales, territoriales.
En la reunión, se achacó el déficit de la producción de carne porcina a factores como el embargo de Washington contra el régimen y la insostenibilidad de importaciones de alimento animal para el crecimiento del ganado que, a su vez, entorpece el propósito del castrismo de alcanzad la llamada “soberanía alimentaria”.
Díaz-Canel consideró el encuentro muy importante “para demostrar que tenemos que seguir echando para adelante, hacer consciencia de que hay alternativas, generar consensos, y también socializar las mejores experiencias que están dando respuesta al principal reto para incrementar la producción porcina, y que está en la generación con fuentes nacionales del alimento para este ganado menor”.
La carne de cerdo es básica en la dieta del pueblo cubano, tenemos que producir más y hacerlo en el menor tiempo posible, expuso el gobernante. En el intercambio, Díaz-Canel retomó el concepto de “resistencia creativa”, destacándolo como una manera de hacer y pensar que debe prevalecer en todo lo que hacen los cubanos.
La importación de alimentos e insumos para la porcicultura no puede volver a “nublarnos la vista”, tenemos que desarrollar este sector con nuestras propias alternativas y no solo tener una, dijo. El gobernante dio varias indicaciones a los productores, entre ellas, la de rescatar la crianza tradicional, el cerdo criollo.
Preservar las razas más óptimas y de mayor rendimiento que están adaptadas al clima de la isla, así como recuperar y mantener los cruzamientos entre razas rústicas y de alto rendimiento. También llamó a continuar apoyando y desarrollando la producción privada y aprovechar todos los subproductos del cerdo.
De igual modo, pidió recuperar las soluciones que se encontraron en el llamado Período Especial de la década de los 90 para el alimento de los cerdos. Recientemente, trascendió que el noventa por ciento de los productores de carne de cerdo de Cuba debieron abandonar su labor debido al cierre de contratos. De 14 000 campesinos que producían más de 200 000 toneladas de carne en 2017, actualmente solo permanecen 1400, una situación que obedece a la reducción de importaciones de pienso animal ordenada por el gobierno. Este año solo se prevé producir 26 000 toneladas de carne, lo que representa apenas un 13% de lo conseguido hace cinco años.
En el país la carne de cerdo es un alimento tradicional y suele acompañar ocasiones especiales como las cenas de fin de año. Sin embargo, la escasez en la actual crisis es abrumadora y muchas familias ni siquiera pudieron consumir cerdo en dichas celebraciones de diciembre, pues la poca carne que se vende, alcanza precios astronómicos.
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