Los cubanos pasan, a través de sus teléfonos móviles, más de cuatro horas diarias en Internet, un valor que está por encima de la media en el mundo, según reveló un reciente estudio del régimen comunista de La Habana del cual no se ofrecen muchos detalles.
Sus resultados fueron expuestos este viernes por la diputada Rosa Miriam Elizalde, también vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en la jornada preparatoria de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, Parlamento) que se desarrolla en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Cuba no está en otro planeta, el país supera la media internacional de penetración de internet y el tiempo que la ciudadanía permanece en la red de redes es de 4.2 horas por día, más que el empleado para ver la televisión, dijo la funcionaria.
No obstante, el estudio "Digital 2023: Global Overview Report" publicado por DataReportal apunta que el tiempo diario promedio que pasaron en internet los internautas de todo el mundo en el tercer trimestre de 2022 fue de seis horas y 37 minutos.
Elizalde comentó que el uso de las nuevas tecnologías y de las plataformas digitales han llevado a que las naciones implementen leyes y regulaciones, infraestructura nacional, así como competencias digitales y la ciberseguridad, de acuerdo con una nota de la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Asimismo, advirtió que más del 80 por ciento de las comunidades digitales en el mundo está en las plataformas norteamericanas de redes. El intercambio tiene como antecedente la polémica Ley de Comunicación de Cuba, que será propuesta a la ANPP para su aprobación en la Segunda Sesión Extraordinaria de la X Legislatura del Parlamento en el país, a celebrarse el jueves.
Dicha sesión cubriría otros temas como la “actualización sobre la situación económica del país, la propuesta del Cronograma Legislativo de la X Legislatura, la constitución de las comisiones permanentes de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular y la constitución de los Grupos Parlamentarios de Amistad de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En un contexto de represión, el anuncio de la nueva Ley de Comunicación Social preocupa a periodistas y comunicadores independientes ante el peligro de que tal documento imponga restricciones adicionales a los medios digitales no afines al gobierno que aún operan en el país.
Dicho proyecto ratifica lo establecido en la Constitución de 2019, donde se afirma que los medios nacionales son exclusivamente de propiedad socialista. La nueva ley afecta cuestiones de contenido, como la prohibición de "desestabilizar al Estado socialista" y la obligación de que el sistema de comunicación se ajuste, siguiendo los ejemplos de figuras como José Martí, Fidel Castro y las ideas de Marx, Engels y Lenin.
Se considera la primera de su tipo. La versión actual, que se someterá a votación, es la número 34. La misma permitirá por primera vez a medios de prensa estatales la financiación a través de mecanismos de publicidad.
“Esta ley no garantiza la libertad de prensa ni permite difundir contenidos independientes de los que genera el Estado”, expresó Claudia Ordóñez, oficial del programa de Centroamérica y el Caribe de Artículo 19, organización internacional con sede en Londres.
Por otra parte, Raudiel Peña, coordinador del Observatorio Legislativo de Cuba, destacó que el proyecto de ley tampoco reconoce la personalidad jurídica de estos medios ni el periodismo ciudadano.
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