El gobierno cubano ha prohibido la venta de pasajes de avión, tren y ómnibus a través de redes sociales en un contexto donde la demanda de boletos supera con creces la oferta disponible. Las principales causas de esta interrupción están relacionadas con limitaciones en las capacidades de transportación, tanto por tren como por ómnibus y otros medios, agravadas por fallos en la gestión de la venta de boletos y la saturación del sistema de comercialización.
Otro factor que ha afectado negativamente el sistema es la reventa ilegal de boletos, facilitada por la posibilidad de adquirir hasta 30 pasajes al mes por persona. Esto ha dado lugar a una práctica generalizada de reventa a sobreprecio, lo que aumenta la especulación y limita aún más el acceso a los boletos para el público general.
Uno de los principales problemas detectados es la insuficiencia de capacidades, exacerbada por la asignación de una parte de los boletos a usos administrativos, lo que reduce aún más la cantidad disponible para la venta pública. Esta situación se ve empeorada por la simultaneidad en el acceso de los usuarios al sistema de ventas a las 8:30 a.m., tanto en agencias como a través de la aplicación VIAJANDO, lo que provoca colapsos en los servidores y frustración entre los usuarios.
Adicionalmente, la falta de información clara en las agencias ha contribuido a la confusión y al descontento, ya que los viajeros no pueden confirmar la disponibilidad de boletos de manera confiable. Aunque la aplicación VIAJANDO fue concebida para facilitar el acceso digital a los boletos, alrededor del 50% de las reservas aún se realizan en agencias físicas debido a una serie de factores que no han sido corregidos en los últimos dos años.
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