Esta semana se dio a conocer la estrategia maquiavélica del régimen de pedirle a las personas con patio que siembren alimentos.
En reunión con directivos del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI), el primer ministro designado Manuel Marrero sancionó que “el pueblo no come planes” y que hay que “aplicar la ciencia, la innovación y establecer objetivos, metas e indicadores para medir en todo momento los resultados, porque resultados es lo que necesita la población", porque “la producción de alimentos es el tema más sensible” que afronta el país en estos momentos, y que es “un problema de seguridad nacional”.
Sus palabras no hablan de estrategias concretas ni nada por el estilo, pero una consultora extrajera ha analizado el hecho y tiene algo claro: Cuba entrará a un nuevo “período especial”.
En un artículo Emilio Morales, presidente de Havana Consulting Group precisó que “el hundimiento del turismo y el envío de remesas a Cuba por el COVID-19, así como la escasez de medicamentos, alimentos y productos de primera necesidad, ha agudizado la crisis política, económica y social en la isla”, es una muestra evidente de la llegad de un nuevo período especial”.
Sin embargo, Morales establece una diferencia entre lo que sucedió en la década del 90 y lo actual: “la nueva generación (de cubanos) no quiere un Período Especial II. Quiere zafarse de una vez por todas de las cadenas del castrismo y construir con sus propias manos su porvenir”.
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Hace 2 días