Amerie Jo Garza es una de las 21 víctimas mortales de la masacre este martes en la escuela primaria Robb, en Uvalde, estado de Texas.

La niña de 10 años falleció mientras llamaba al 911 para pedir ayuda a las autoridades.

“A mi nieta le disparó y la mató por tratar de llamar al 911. Murió como una heroína tratando de buscar ayuda para ella y sus compañeros de clase”, escribió a The Daily Beast Berlinda Irene Arreola, abuela de la pequeña.

Berlinda describe a Amerie como "una niña muy extrovertida, favorita de los maestros". Según cuenta, en su última foto con vida posaba con el certificado que la nombraba para el cuadro de honor de la escuela.

Ángel Garza, el padrastro de Amerie, pidió ayuda en las redes sociales tras el tiroteo.

“No suelo pedir mucho y casi no subo nada aquí, pero por favor, han pasado siete horas y todavía sigo sin saber nada de mi querida. Por favor, Facebook, ayúdame a encontrar a mi hija”, escribió Garza junto a una foto de ambos.

“Gracias a todos por las oraciones y por la ayuda en la búsqueda de mí bebé, ya la encontraron. Mi pequeña querida está volando alto con los ángeles”, escribió dos horas después.

En el tiroteo de este martes fallecieron 21 personas, 19 niños y dos profesoras de la escuela.

El atacante fue identificado como Salvador Ramos, un adolescente de 18 años que se atrincheró en un aula de cuarto grado del centro escolar.

Medios locales reportan que los agentes recorrieron la escuela en medio del tiroteo "rompiendo ventanas e intentando evacuar a los niños y al personal hasta que pudieron entrar por la fuerza en el aula donde se encontraba el tirador".

Según el teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Ramos tenía un rifle en su poder cuando entró en la escuela, aunque todavía no han hecho público qué tipo ni la capacidad.

Llevaba "un chaleco táctico sin paneles balísticos. Ese tipo de chalecos es el que suelen utilizar los equipos tácticos, los equipos SWAT, donde pueden colocar cargadores y munición adicional dentro y ser capaces de moverse en una formación táctica", dcomentó el funcionario.

Olivarez aclaró que la abuela del atacante, a quien disparó antes, sigue viva y que están tratando de localizar a su abuelo y a otros familiares directos.

Amistades del asesino dijeron a medios estadounidenses que Ramos había sido víctima del bullying cuando era niño porque tenía dificultades en el habla y por la complicada situación financiera de su familia.

Durante la secundaria, también sufrió acoso escolar porque tartamudeaba y ceceaba al hablar, según han comentado varios amigos y familiares. Además, solía faltar a clases durante largos periodos de tiempo, por lo que no iba a graduarse este año.

“Tenía la esperanza de que cuando me convirtiera en presidente no tuviera que volver a hacer esto”, dijo Joe Biden tras el tiroteo.

“Hay muchas cosas que aún no sabemos. Hay mucho que sabemos. Los padres que nunca volverán a ver a sus hijos, nunca los dejarán saltar en la cama y acurrucarse con ellos. Padres que nunca serán los mismos. Perder a un hijo es como que te arranquen un pedazo del alma”, agregó.

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