El presidente de Estados Unidos Donald Trump elevó la tensión política al advertir que eliminará programas de ayudas públicas si el cierre del gobierno federal —que ya suma catorce días— continúa sin una solución.

Desde la Casa Blanca, el mandatario lanzó un mensaje contundente dirigido especialmente a los demócratas, a quienes responsabilizó del estancamiento legislativo.

“Los demócratas están siendo destruidos por el cierre gubernamental. Estamos cerrando sus programas y nunca volverán”, afirmó Trump en una conferencia de prensa que rápidamente generó polémica. Según dijo, su administración prepara una lista de iniciativas “semicomunistas” que serán eliminadas si el Congreso no aprueba su propuesta de presupuesto en la próxima semana.

Mientras tanto, el Congreso sigue paralizado. El Senado celebró su octava votación sobre un proyecto previamente aprobado por la Cámara de Representantes, pero sin alcanzar consenso. Las profundas divisiones entre republicanos y demócratas mantienen bloqueadas las negociaciones: los primeros exigen aprobar el presupuesto sin cambios y los segundos reclaman más fondos para salud pública y programas sociales.

Las consecuencias del cierre ya se hacen sentir en la vida cotidiana de los estadounidenses. Miles de empleados federales no han recibido su salario y se enfrentan a despidos temporales. En los aeropuertos, los retrasos aumentan por falta de personal de seguridad y en la frontera con México se reportan demoras en los controles migratorios. La situación afecta también a sectores como la seguridad nacional y el funcionamiento de servicios esenciales.

El republicano Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, advirtió que este cierre “podría convertirse en el más largo de la historia del país” si no se logra un acuerdo antes del fin de semana.

Con esta nueva amenaza, Trump busca presionar al Congreso y reafirmar su imagen de líder inflexible frente a sus opositores. Sin embargo, sus palabras abren un nuevo debate: ¿está utilizando el bienestar de millones de ciudadanos como instrumento político?

Por ahora, Washington permanece en punto muerto, con un gobierno paralizado, trabajadores sin salario y millones de estadounidenses temiendo perder las ayudas que sostienen su día a día.

La incertidumbre crece mientras Trump apuesta por una estrategia de máxima presión que podría redefinir el rumbo político y social del país.

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