¡Alerta! 32 incendios de motos eléctricas en Villa Clara evidencian un peligro silencioso
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 4 de octubre de 2025

El auge de las motos eléctricas en Cuba, que prometían ser la solución frente a la escasez de combustible y el colapso del transporte público, se ha convertido en un riesgo latente para miles de familias. Solo en Villa Clara, entre enero y octubre de 2025, se han registrado 32 incendios relacionados con baterías de motorinas, según el Cuerpo de Bomberos, con pérdidas materiales que rondan los 95 millones de pesos.
La mayoría de los siniestros ocurren dentro de viviendas —20 de los 32 casos—, mientras que otros diez se han producido en la vía pública y dos, en instituciones estatales. Este patrón refleja que la amenaza no solo afecta vehículos, sino también hogares y vidas humanas.
Los expertos apuntan a la negligencia de los usuarios y las reparaciones inadecuadas como principales causantes de los incendios. Conectar baterías calientes, sobrecargarlas más de lo recomendado, mojarlas al lavar la moto o dejarlas al sol son prácticas que multiplican el riesgo.
A esto se suma la utilización de extensiones deterioradas y repuestos de dudosa procedencia, así como la dependencia de cargadores no originales, factores que transforman a estas motos en verdaderas bombas portátiles.
En Santiago de Cuba, La Habana, Guantánamo y Sancti Spíritus también se han reportado incendios similares, muchos dentro de viviendas y con riesgo directo para las familias.
Casos recientes ilustran la gravedad: en Holguín, la explosión de una batería reparada provocó un incendio que dejó daños estructurales y pérdidas materiales significativas; en Lawton, La Habana, vecinos tuvieron que sofocar las llamas por su cuenta debido a la tardanza de los bomberos.
El sistema eléctrico inestable de Cuba, con apagones frecuentes y fluctuaciones de voltaje, agrava aún más el problema. La falta de regulaciones estrictas y de educación sobre el uso seguro de estos vehículos convierte la improvisación en la norma. Mientras tanto, la demanda de motorinas sigue en aumento: para muchos cubanos, representan la única movilidad diaria, pero también un riesgo constante.
Las recomendaciones son claras: no sobrecargar las baterías, desconectarlas al 100%, supervisar la carga, mantenerlas lejos de materiales inflamables y usar cargadores originales. Sin embargo, la realidad económica y la escasez de recursos hacen que estas normas sean difíciles de aplicar, dejando a miles de familias cubanas vulnerables a incendios que podrían evitarse.
La proliferación de incendios no solo evidencia imprudencia de algunos usuarios, sino también la falta de políticas y control efectivo para proteger vidas y hogares. Villa Clara solo refleja lo que ocurre en toda la Isla: las motorinas alivian la falta de transporte, pero también se han convertido en un peligro que crece sin freno.