Analistas cubano-americanos, han afirmado recientemente que la política de Estados Unidos de aislar a Cuba, está abriendo la puerta a una mayor influencia de China y Rusia en la nación caribeña.

Ric Herrero, director del Grupo de Estudios sobre Cuba, donde se inscriben quienes abogan por la apertura económica y política, señala que hay claras muestras de que dichos países utilizan a la isla como un desestabilizador.

La recientes acciones corroboran que el apoyo a Cuba "es parte de un esfuerzo mayor de Rusia para desestabilizar a Estados Unidos, más que por crear un satélite soviético a 90 millas de las costas (estadounidenses), como sucedió bajo la Guerra Fría", señalan.

El reportaje publicado en un diario mexicano expone todo el dinero que en los últimos meses a gasto Rusia en la mayor de las Antillas.

"Un intercambio comercial de 350 millones de dólares en 2018, las inversiones rusas permitirán aumentar en 20% la producción de energía en la isla y renovar los 14 aviones de la aerolínea Cubana de Aviación", advierten.

Por otro lado, "un préstamo de 42.36 millones de dólares para modernizar la industria militar cubana, mil millones de dólares para renovar las líneas del ferrocarril, acuerdos en materia de energía nuclear civil y ciberseguridad", agregan.

Santiago Pérez, subdirector del Centro de Investigaciones de Política Internacional de La Habana, también ha agregado, que entre estos países "hay matrimonio de interés mutuo, para Rusia, Cuba es un actor importante en términos de poderío moral" para hacer contrapeso a Washington.

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