Un Airbus A330 de la aerolínea Delta Airlines, que había despegado desde el aeropuerto de El Prat con destino a Nueva York, se vio obligado a declarar una emergencia y regresar a Barcelona tras encontrarse con una intensa granizada poco después del despegue. El impacto del granizo causó daños visibles en la aeronave, en particular en el radomo, la parte frontal del avión que protege el radar meteorológico.

La situación fue comunicada por la tripulación a los controladores aéreos, quienes instruyeron al vuelo a mantenerse en esperas al sur de Barcelona para realizar las comprobaciones necesarias antes de proceder con el regreso. El aterrizaje de emergencia se realizó sin mayores incidentes, garantizando la seguridad de todos los ocupantes a bordo.

La cuenta especializada @locaeropuerto compartió imágenes del avión tras su aterrizaje, en las que se observan con claridad los daños sufridos en el fuselaje delantero. Las fuertes tormentas que afectaron la región no solo impactaron este vuelo, sino que provocaron también múltiples aterrizajes frustrados en el aeropuerto de El Prat.

En respuesta, los controladores aéreos se vieron obligados a declarar una situación de “rate cero”, deteniendo temporalmente la llegada de vuelos al aeropuerto hasta que las condiciones meteorológicas mejoraran.

Este incidente pone de manifiesto una vez más la importancia de los protocolos de seguridad en vuelo y la coordinación entre tripulación y control aéreo ante fenómenos meteorológicos extremos. La operación concluyó sin heridos, y se están evaluando los daños estructurales del aparato antes de su reincorporación al servicio.

Recomendado para ti