Leonardo Padura: “En Cuba ya solo rige el sálvese quien pueda”
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 3 de septiembre de 2025

El escritor cubano Leonardo Padura, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2015, presentó en Madrid su más reciente novela, Morir en la arena (Tusquets), un relato que él mismo define como “la más triste” de toda su trayectoria. La obra, que parte de un hecho real cercano a su entorno, se convierte en una radiografía de la Cuba contemporánea, marcada por la desigualdad, la violencia y el desencanto generacional.
Padura (La Habana, 1955) reconoce que quiso reflejar el destino de quienes, como él, crecieron bajo la promesa de un proyecto colectivo y hoy enfrentan una realidad de escasez y precariedad. “Gente que trabajó, que se sacrificó, que sufrió limitaciones y prohibiciones… y ahora se encuentra más pobre que nunca”, afirmó durante un encuentro con periodistas.
El autor hace suyo un axioma que repite en la obra: “La miseria crea miserables”. En la Cuba de hoy, asegura, prevalece un “sálvese quien pueda” que convive con escenas de violencia cotidiana y un contraste cada vez más evidente entre quienes sobreviven gracias a negocios privados y quienes apenas pueden cubrir sus necesidades básicas.
Un ejemplo de esta desigualdad se refleja en los precios: un cartón de huevos puede alcanzar los 3.000 pesos, mientras que muchas jubilaciones rondan apenas los 2.000. En este escenario, los protagonistas de la novela, Rodolfo y su excuñada Nora, logran resistir gracias a lo que Padura describe como una ventaja decisiva en la isla: tener familiares en el extranjero que envíen ayuda económica.
El motor narrativo del libro surge con la inminente liberación de Geni, hermano de Rodolfo, enfermo y marcado por un oscuro pasado, lo que reaviva viejos temores en la familia. La trama, aunque cargada de ficción y suspense, se sostiene sobre un trasfondo realista: la Cuba actual y sus contradicciones.
Padura insiste en que su escritura está atravesada por la realidad que le rodea. “En Cuba es imposible alienarte: la realidad no es que te toque a la puerta, es que entra en tu casa en forma de apagón o de la falta de un medicamento”, señaló.
Aunque su obra ha sido reconocida internacionalmente —con títulos como El hombre que amaba a los perros o Como polvo en el viento—, el autor no se plantea abandonar la isla. “Estoy arraigado a mi barrio, a mi casa y a la cultura cubana”, explica, al tiempo que subraya la necesidad de “cambios muy profundos” tanto en lo económico como en lo político.
En Morir en la arena, Padura también alude a la censura que ha marcado a generaciones de artistas e intelectuales cubanos, especialmente durante los años setenta con la llamada “parametración”, que imponía requisitos ideológicos para poder representar a la cultura oficial. Casos como los de José Lezama Lima o Virgilio Piñera dejaron una huella que aún se recuerda.
El escritor rememora que, a partir de los años noventa, ese control empezó a resquebrajarse, coincidiendo con su consolidación como autor independiente tras ganar en España el Premio Gijón de Novela en 1996 con Máscaras. Desde entonces, ha publicado toda su obra en la editorial Tusquets, lo que le ha permitido una libertad creativa que no siempre ha tenido dentro de Cuba.
De hecho, muchas de sus novelas nunca se han editado en la isla. “Siempre me dicen que no hay papel, ya ni pregunto”, admite con ironía. Sin embargo, los cubanos han encontrado vías alternativas: apenas dos días después de su lanzamiento en España, ya circulaba una copia pirata en PDF dentro del país.
Más allá de la dureza de la historia, Padura afirma que lo que también caracteriza a los cubanos es una capacidad de resistencia inquebrantable. “Hay un espíritu invencible que sigue vivo”, dice. Esa mezcla de desesperanza y resiliencia es la que impregna su novela más reciente, convertida, en sus propias palabras, en la crónica de un derrumbe colectivo.