Entre tantos problemas en Cuba, los ciudadanos agradecen hasta el mínimo gesto como el de un taxista que transportó gratis a una anciana en La Habana.

"Hola, con el permiso de los administradores, pero creo necesario hacer pública esta noble acción y que llegue el mensaje a todos", dijo este sábado Marthica Fidalgo Lamelas en el grupo de Facebook Fotos de La Habana.

"Esto es poco común. Este chofer del carro 15045, nombrado Hermes, subió al taxi una señora muy mayor en Boyeros y Tulipán hasta la terminal. Al bajarse pregunto cuánto debía y él mismo le dijo 'nada, mi señora, para usted es gratis'", contó.

"Gestos como estos son lindos de publicar, más en estos momentos con la situación del transporte y los bajos ingresos para este sector de ancianos ya que su jubilación y el salario no alcanza. Mis éxitos para este noble señor nombrado Hermes", agregó.

"Cuba necesita que se dupliquen, tripliquen los Hermes"; "deben haber muchos haciéndolo, pero no es lo suficiente. Esos anónimos imprescindibles necesitan mucho más reconocimiento social y acompañamiento" y "ojalá existieran muchos Hermes. Y felicidades a usted también por reconocer públicamente el gesto humano y solidario de un compatriota", expresaron cubanos.

"Me alegro del comentario. Muy loable de tu parte resaltar el agradecimiento a estos choferes con las personas mayores. Aprovecho para felicitar al chofer de la gacela Ruta 1, que ayer (viernes) a las dos de la tarde me dejó en 17 y G, y no me cobró cuando me vio que cojeaba de una pierna, en la parada de Infanta y San Rafael. Tengo 70 años. Acciones como éstas deben ser conocidas".

"El otro día también en la ceguera, un chófer recogió personal en una guagua. No sé de qué empresa y nos trajo hasta Zapata y Paseo. No cobró a nadie. De verdad que no tuve esa visión de preguntar su nombre y la empresa pero sí se lo agradecí".

"Soy taxista igual y hago esa acción en muchas ocasiones y estoy consciente de que muchos lo hacen igual pero lo que tienen con nosotros los boteros es una cazería de brujas, montandose inspectores vestidos de civil en los carros, buscando la forma de hacernos daño sin pensar que igual tenemos familia y que comemos lo mismo y vamos al mismo mercado y nuestros hijos y familia dependen de nuestro trabajo", dijo un cubano.

"No nos dan nada y nos exigen precios topados como si fuéramos taxis de sector estatal. Espero algún día se quiten la venda porque estoy consciente de que saben muy bien lo mal que está el transporte y no garantizan nada, mientras tanto sufre el pueblo", agregó.

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