Un adolescente de 15 años sobrevivió milagrosamente luego de ser alcanzado por un rayo mientras disfrutaba de un picnic con amigos en el emblemático Central Park, en la ciudad de Nueva York.

El incidente ocurrió cuando una tormenta eléctrica sorprendió a residentes y visitantes del parque. Yassin Khalifa, estudiante de segundo año de secundaria, se encontraba en East Meadow, en el Upper East Side, cuando decidió resguardarse junto a un árbol.

“Me apoyé en un árbol y les dije: ‘Ay, chicos, vamos a aguantar la tormenta’, lo cual, en retrospectiva, quizás no fue la mejor idea”, relató desde el hospital al medio ABC News.

Poco después de esas palabras, un rayo impactó directamente sobre el árbol y lo dejó inconsciente por unos minutos. Fue atendido rápidamente y trasladado en ambulancia al Weill Cornell Medical Center, donde recibió tratamiento por quemaduras de segundo grado en el cuello y la pierna.

Aunque su estado generó gran preocupación, Khalifa logró recuperar la conciencia y se mostró optimista sobre su recuperación. “Aparentemente, tuve mucha suerte, porque mi columna estaba directamente contra el árbol y no sufrí daños en los nervios. Así que no he perdido ningún tipo de función motora. Estoy muy contento con eso”, declaró.

Las autoridades ya habían emitido una advertencia climática desde horas tempranas. El Servicio Meteorológico Nacional había alertado sobre lluvias intermitentes severas en Nueva York y la región triestatal.

Durante la jornada se reportaron árboles caídos en zonas como Ridgewood y Maspeth (Queens), así como en la localidad de Cranford, en Nueva Jersey. Pese a la intensidad del fenómeno, no se prevén más lluvias en los próximos días, aunque sí un marcado aumento en las temperaturas debido al solsticio de verano.

El caso de Khalifa trae a la memoria tragedias similares ocurridas en años recientes. En 2021, un niño latino de 13 años murió tras ser alcanzado por un rayo en Orchard Beach, El Bronx. En 2018, dos hispanos también resultaron heridos en Queens bajo circunstancias parecidas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las probabilidades de ser alcanzado por un rayo en un año dado son de menos de 1 en un millón, aunque casi el 90% de los afectados sobreviven.

“Estoy rodeado de mis seres queridos y recibiendo todo el apoyo posible. Espero recuperarme pronto y volver a la normalidad”, concluyó el joven. Su testimonio es un recordatorio del poder de la naturaleza y la importancia de atender las alertas meteorológicas.

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