En un emotivo mensaje publicado en su perfil de Facebook, la actriz cubana Yuliet Cruz sorprendió a sus seguidores con unas palabras de gratitud hacia un grupo de artistas que, según ella, han dejado huellas imborrables en la memoria del público y en la historia del cine y la televisión en Cuba. “Cuba nunca olvida las huellas que ustedes han dejado en cada actuación, y yo tampoco. Muchas gracias”, escribió la reconocida intérprete, acompañando su mensaje con una mención especial a colegas que forman parte del legado cultural de la Isla.

La lista compartida por Cruz incluye a nombres imprescindibles como Verónica Lynn, verdadera leyenda de la escena cubana, cuya carrera abarca teatro, cine y televisión con una elegancia interpretativa admirada por generaciones.

También recordó a Alina Rodríguez, inolvidable por su versatilidad y recordada especialmente por su papel en la película Conducta, donde dejó una marca de sensibilidad y fuerza actoral.

Mencionó igualmente a Isabel Santos, considerada una de las actrices más completas de su generación, así como a Reinaldo Miravalles, quien hizo historia con personajes memorables en filmes icónicos como El Hombre de Maisinicú y Los pájaros tirándole a la escopeta.

En sus palabras también estuvieron presentes Adolfo Llauradó, figura de culto del teatro cubano, y Daysi Granados, símbolo del cine nacional gracias a obras como Retrato de Teresa.

Yuliet no olvidó a Beatriz Valdés, con una carrera que trasciende fronteras y a quien el público siempre recuerda por su papel en La bella del Alhambra, ni a Tahimí Alvariño y Laura de la Uz, actrices que han consolidado trayectorias brillantes en cine y televisión. También mencionó a Luis Alberto García, otro de los grandes nombres de la actuación en Cuba, con un estilo interpretativo inconfundible y dueño de una de las filmografías más sólidas del país.

El gesto de Yuliet Cruz, quien pertenece a una generación más joven pero consolidada dentro del panorama artístico, refleja la importancia de reconocer la obra de quienes abrieron caminos y supieron conquistar con su talento.

Su mensaje demuestra que cuando se es humilde y se valora la virtud de los colegas, la gratitud se convierte también en un acto de justicia y de memoria cultural.

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