El actor cubano Ricardo Becerra, recordado por su papel protagónico en la película Plantados de Lilo Vilaplana, reflexionó recientemente sobre su vida en el exilio y la situación política de Cuba. En entrevista con Erwin Pérez para el programa La Trastienda, el también conductor reconoció que la esperanza que lo animaba durante las protestas del 11 de julio de 2021 se ha visto golpeada por la represión del régimen y el silencio de la comunidad internacional.

“No soy pesimista, lo que pasa es que el realismo me lleva cada día a separarme más de un espíritu extremadamente positivo que tuve en su momento cuando el 11 de julio del 2021, por ejemplo”, dijo Becerra, lamentando que tras aquel estallido social, los cubanos dentro y fuera de la Isla hayan regresado a una actitud de sumisión.

Uno de los puntos más duros de su discurso fue la crítica a la falta de acción internacional: “El ver cómo las Naciones Unidas le dan la espalda a una nación que llora, el ver cómo la Iglesia Católica le da la espalda a una Isla que pide a gritos más que hambre, más que pide libertad. Todo eso me va quitando poco a poco esa fuerza que he tenido siempre como activista político”.

Aunque admite ese desgaste emocional, Becerra insiste en que no renuncia a su compromiso con la libertad y la justicia para Cuba. Radicado en Miami, asegura que su exilio no fue una huida, sino un paso necesario para crecer como artista y como persona. Desde Estados Unidos ha participado en cine, televisión, su propio programa y hasta publicó un libro titulado Sabrosura!.

Sobre esa etapa, recordó: “Me llevaron las circunstancias, pero no importa el cómo ni el porqué. Me siento muy cómodo, creo que todo lo que hago lo hago desde la verdad”.

Consciente de las dificultades, pero firme en su postura, el actor cerró con una declaración que resume su identidad como artista y activista: “Yo todo lo que yo te diga, créeme que va a ser desde mi verdad. Podrás estar más adecuado o menos, podrá ser erróneo o no, pero es mi verdad”.

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