El actor y dramaturgo cubano Yunior García Aguilera compartió, a través de sus redes sociales, su opinión sobre lo que se está suscitando con el Movimiento San Isidro.

Los activistas que integran este grupo, asediado por la Seguridad del Estado, solo quieren que sea liberado el joven opositor cubano Denis Solís, quien ha sido condenado a ocho meses de privación de libertad tras un juicio sumario en el que se le acusó de desacato.

Aguilera, que se ha mantenido activo en sus reclamos en favor del Movimiento, ahora escribió contundentes palabras para los funcionarios del Ministerio de Cultura en la isla, que hacen silencio y viran la cara ante lo que se vive en la capital.

A los funcionarios de cultura:

Ustedes no son solo "cuadros", también son nuestros amigos. Sé de la sensibilidad y el esfuerzo de muchos para que nuestro arte llegue a los públicos. También sé que se deben a una disciplina y que reciben orientaciones sobre qué publicar en las redes sociales. Tienen derecho a expresar lo que deseen. Pero, por una vez, escuchen el reclamo de los artistas.

Lo que estamos defendiendo en San Isidro es la vida de esos jóvenes. Su legítimo derecho a pensar diferente y a expresarlo.

Ningún cubano con dignidad, a estas alturas, puede estar de acuerdo con actos de repudio, linchamientos, cercos o gritos de odio. Las calles no pertenecen a una sola persona, ni a un solo color, ni a una única consigna repetida hasta el cansancio.

El mundo nos mira. Y es una vergüenza retornar a los peores tiempos de la grisura. Basta ya de emplear viejas técnicas de intimidación. Desterremos de una vez y por todas, los complejos, la prepotencia ideológica, la rabia militante, el pensamiento asalariado y sumiso.

Pónganse del lado correcto. Impulsemos el diálogo, no los gritos. Celebremos la vida, no el destierro. Defendamos la libertad, no la censura. Pongamos en alto a Cuba, no a una ideología cerrada y excluyente.

Revisen el pasado. Allí están los errores vergonzosos y los tristes funcionarios que hoy nadie quiere recordar. Yo sí confío en la humanidad de muchos de ustedes y en su coraje. Es tiempo de demostrar de qué estamos hechos.

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