¡Acoso! Sin cargo en su contra permanece detenida en unidad de policía de Alquízar, Donaidis Sarais González Verdecia, hermana de la activista Diasniurka
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 30 de enero de 2025
Donaidis Sarais González Verdecia de 31 años, residente en Alquízar, se encuentra detenida en la estación de policía de este municipio, en la provincia de Artemisa, desde las 10 de la mañana de este jueves.
Donaidis Sarais acudió a una citación que le entregaron para una “entrevista”. No hay ningún cargo levantado en su contra, no ha cometido ningún delito, pero Donaidis Sarais González Verdecia es hermana de la activista Diasniurka Salcedo Verdecia. Ese vínculo familiar es la razón por la que se encuentra privada de libertad.
La Seguridad del Estado ha hecho saber a Diasniurka a través de su sobrino, el hijo de 16 años de Donaidis Sarais, que si no para, no soltará a su hermana, con lo cual admite que la detención es ¡en rigor! un secuestro. Con “parar” la Seguridad del Estado se refiere a abandonar el activismo, a dejar de ayudar a niñas y niños enfermos en Cuba, a guardar silencio ante lo injusto.
Pero Diasniurka dice que ella no va a parar. Que no puede. Y no va a parar. Diasniurka es una de las activistas a las que más daño ha hecho la represión política en los últimos años. No ha quedado casi ninguna violencia que ensayar con ella. La han violentado como madre, la han violentado como mujer, la han violentado como ciudadana, la han violentado como hija. ¡Una y otra vez! Y, en el exilio, el acoso y la represión no han cesado.
Pero todas esas violencias, Diasniurka las ha convertido en razones personales para continuar su activismo, para continuar haciendo el bien, sin discriminar a nadie. No ha habido niño en Cuba que Diasniurka haya dejado de ayudar, no ha habido madres y padres que hayan tocado la puerta a Diasniurka en busca de ayuda a quienes ella haya dicho que no. ¡Sin preguntar nada! Incondicional, como bien debe ser. Diasniurka no ve más que un ser humano del otro lado y eso es todo lo que necesita saber, más si la vida de un niño o niña está en juego.
Diasniurka no va a parar porque ya Diasniurka ha perdido demasiado. Le han quitado demasiado. Y mientras más le quitan, con más fuerza sigue luchando. Deberían conocerla a esta altura. Deberían saber que ustedes la obligaron a convertirse en la guerrera que es. Y sus golpes no la empequeñecen, la vuelven más grande, más admirada, más querida, más líder, más madre de Cuba.
En vez de estar gastando recursos en mantener detenida a una mujer inocente, deberían destinar esos recursos, y tantos otros que despilfarran, al sistema de salud pública. Ustedes no están haciendo daño apenas a Diasniurka y su familia sino a un país entero.