El dolor se multiplica en el deporte cubano. El duelo se extiende y es que ha muerto esa figura emblemática del campo y pista cubano que es Lázaro Betancourt.

El profesor Betancourt no es campeón olímpico ni mundial; de hecho fue vallista y estuvo en la élite de su tiempo (décadas 50 y 60) en el planeta. asistió a los Juegos Olímpicos de Tokío 64 y se ubicó en podios internacionales como citas continentales, regionales y universitarias. 

Fue el primer hombre del atletismo cubano que ganó una medalla de oro después de 1959, y fue en los Juegos Iberoamericanos de Chile 1960, exactamente el 13 de octubre de 1959 con 14 segundos 3 décimas.

Sin embargo, no es por eso que Lázaro se ubica en lo más alto de nuestro atletismo sino por su diario hacer. Fue como pedagogo, entrenador, asesor y dirigente que su figura trasciende, y desde hace años, como historiador. 

Sus vastos conocimientos lo convirtieron en pilar para la preservación y difusión de la historia del atletismo en Cuba y el mundo. Formó parte de la comisión técnica de la IAAF –ahora World Athletics- y recibió en 2003 el Botón de Veterano de ese organismo además de ser una de las primeras personalidades exaltadas al Salón de la Fama la Confederación de Atletismo de Centroamérica y el Caribe (2005).

Su experiencia se volcó en varios libros que han engrosado el palmarés atlético tanto como coautor o asesor. Fue un as en las estadísticas del atletismo. Desarrolló una importante labor como conferencista. Durante largos años fue una importante fuente de consultas para los reporteros del atletismo junto al desaparecido historiador Basilio Fuentes.

En una de las investigaciones más interesantes llevadas a cabo por Betancourt y que hizo saber a varios de los reporteros que cubrían el atletismo, el experto desgranó las posibilidades de medallas de los atletas cubanos en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 y Seúl 88, y dejadas de ganar por Cuba por sus ausencias. Muy pocos publicaron sus análisis con honrosas y valientes excepciones. 

Lázaro sobrepasó con éxito un evento cardiovascular a finales de año(estuvo hospitalizado en el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular) y ahora se encontraba pleno, cuando una caída le provocó un trauma cerebral que le costó la vida. Falleció en el Hospital "Hermanos Ameijeiras".

Por decisión familiar su cadáver fue cremado, y en coordinación con el INDER se ha decidido organizar las honras fúnebres en el Estadio Panamericano, el próximo martes 21 de enero a partir de las 10:00 a. m.

De seguro allí estará la familia del atletismo cubano a la que tanto dio y que tanto lo ama.

¡Descansa en paz profesor Lázaro Betancourt!

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