El Ministerio de Industrias de Cuba creó la Comisión Nacional de Automática para evaluar cómo avanza el Programa Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Automática, Robótica e Inteligencia Artificial, entre otros programas. La comisión está compuesta por 19 personas.

La Comisión Nacional de Automática está presidida por el viceministro de Industrias José Gaspar Álvarez Sandoval, según la Resolución 2/2022 del Ministerio de Industrias, publicada en la Gaceta Oficial de Cuba.

En el equipo hay especialistas del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), el Ministerio del Interior (MININT), otros ministerios, así como empresas y universidad cubanas.

De las FAR está el coronel Osvaldo Rodríguez Reyes, de la dirección de Comunicaciones de ese ministerio. Y del MININT, el mayor René Sarzo Pavón, del Centro de Ciberseguridad Tecnológica de la Dirección de Tecnologías y Sistemas del Ministerio del Interior.

En 2020 la prensa oficialista informó de un prototipo del primer robot autónomo cubano. “Palmiche Galeno Plus recorre por sí solo apenas unos 50 metros, en un trayecto de ida y vuelta que hace a unos seis kilómetros por hora, aunque tiene capacidad de moverse hasta 60 kilómetros por hora con una carga de 500 kilogramos”.

“El robot actual es una versión mejorada y mayor de Palmiche, un pequeño robotracer de la disciplina seguidor de líneas, que fue el primero de su tipo en Cuba en clasificar y ganar en una competencia internacional de robótica”, dijeron sus creadores.

Entre las principales funciones de la Comisión Nacional de Automática están “evaluar la información sobre las tendencias del desarrollo tecnológico internacional en la actividad; asesorar, cuando se requiera, los procesos inversionistas y las importaciones de equipos con sistemas de control automático; promover la formación y capacitación en temas que incrementen el conocimiento sobre la automatización en el país; y realizar las recomendaciones que se consideren para elevar la ciberseguridad en los sistemas de control industriales”.

Además, “proponer estrategias para el desarrollo del capital humano, su formación técnica y profesional en las especialidades asociadas a la automatización; apoyar el desarrollo e implementación del marco normativo para la actividad de automática en el país; asesorar y proponer las formas y vías de cooperación internacional en el campo de la automatización; y emitir consideraciones sobre los temas afines a la actividad de automática”, detalló la Resolución 2/2022 del Ministerio de Industrias.

Desde febrero de 2021, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) presentó los programas nacionales de ciencia, tecnología e innovación para el período 2021-2025, informó entonces el diario oficial Granma.

Según la titular del CITMA, Elba Rosa Pérez Montoya, los programas forman parte de la “implantación de las políticas de ciencia, tecnología e innovación (CTI) establecidas por los documentos rectores emanados de los congresos del Partido Comunista de Cuba”, señaló la citada fuente.

Además del Programa Nacional de Automática, Robótica e Inteligencia Artificial, en Cuba hay otros 10: producción de alimentos y su agroindustria; agroindustria de la caña de azúcar; envejecimiento, longevidad y salud; desarrollo energético integral y sostenible; telecomunicaciones e informatización de la sociedad; biotecnológico y farmacéutico; nanociencia y nanotecnologías; adaptación y mitigación del cambio climático; ciencias básicas y naturales; así como ciencias sociales y humanísticas.

El presidente designado Miguel Díaz-Canel obtuvo el año pasado un doctorado en ciencias por su tesis “Sistema de Gestión de Gobierno basado en Ciencia e Innovación para el desarrollo sostenible en Cuba”.

Entonces, el dirigente dijo que hay “percepción de que el potencial humano y las capacidades científicas y tecnológicas que la Revolución ha creado no han tenido de manera generalizada el impacto práctico deseado en la sociedad y en particular en la economía”, señaló el medio oficialista Cubadebate.

Díaz-Canel recicló este lunes su tesis doctoral para la conferencia inaugural del Congreso Universidad 2022. “Nos planeamos la necesidad de convertir, cada vez más, el conocimiento y la ciencia, en fuerzas sociales transformadoras que nos ayudaran a encontrar soluciones innovadoras a los múltiples desafíos económicos, sociales, políticos, culturales, que dimanan, como el agua de un surtidor, del modelo de desarrollo que impulsamos”, dijo.

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