Yaylín Mesa Vázquez, una de las 11 sobrevivientes del naufragio de una embarcación con cubanos de Cárdenas, Matanzas, contó este viernes la dura experiencia en la que perdió a su hermana y a amigos.
"A mí me afecta mucho porque ahí perdí también a mi hermana, muchos amigos, muchos conocidos. Todos eran jóvenes, no se merecían morir así", confesó la joven en un video donde evitó revelar muchos detalles sobre la muerte de su hermana porque lo pueden ver sus sobrinos.
Según su duro testimonio, todo iba bien hasta que tuvieron problemas con el motor y decidieron salir del barco junto con otras personas.
"Todos nos quedamos ahí aproximadamente de dos a tres horas tratando de estabilizar el barco para que no se hundiera por completo hasta que decidí decirle a mi hermana 'creo que esto se va a hundir, no podemos quedarnos aquí'. Yo y mi hermana junto a otro grupo de personas intentamos nadar hacia el cayo. Mucha corriente, muchas olas".
"Mi hermana ya no podía más. Por mucho que hicimos ella había tomado pastillas para la migraña. Llegamos a una zona donde había muchos riscos de piedra que ahí fue donde nos golpeamos mucho los pies. Estuvimos ahí hasta aproximadamente las 10 de la noche. No quiero dar muchos detalles de lo que pasó con mi hermana porque sé que en algún momento mis sobrinos van a ver este video".
"Llega un momento en que nos separamos. La tuve que dejar porque vi que no estaba respirando, había tragado mucha agua. Yo sólo pensaba en mi mamá, en mi hija que tenía que salir de ahí de alguna manera viva. Sólo intenté salir después de haber llorado mucho, de haber gritado que me ayudaran. Estábamos en el medio del mar, no se veía nada, era de noche y estaba oscuro".
"La dejé con el corazón desecho, sin fuerzas para poder nadar. Sólo quise avanzar y sin mirar atrás. La corriente no me dejaba, llegó un momento en el que creo que me desmayé o me dormí. Ahí estuve toda la noche delirando, miraba las horas y no pasaban. Solamente pensaba en mi hermana que la había dejado y en todo lo que había pasado con todas las personas. A ver si me encontraba con alguien".
"Cuando amaneció ya yo estaba lejos, la corriente me había llevado hacia no sé donde: no veía un cayo, no veía nada. Estaba en el medio del mar. Tenía un tanquecito de cinco litros amarrado a la cintura. Sobre las nueve y pico, diez de la mañana vi un barco que me rodeó a lo lejos. Yo comencé a levantar el tanque para hacerle señas. No me escucharon, no me vieron, les gritaba, fue en vano".
"Ahí pensé que esa era mi oportunidad, se me fueron, aquí me voy a morir, pero sólo pensando en mi hermana, en mi mamá, en mi hija que quería verla. Eso fue lo que me dio fuerzas todo el tiempo para mantenerme viva".
Luego Mesa vio otro barco que iba en su dirección. "Le hice señas sin casi poder levantar el brazo, hasta que vi que me saludaron con las manos. Me dijeron 'tranquila que te vamos a rescatar'. En ese momento fue una emoción, yo dije 'logré salir de esta'. Un rato más tarde, no sé, me desmayé, solo recuerdo que estaba arriba del barco. Era de pescadores, no fue Guardafronteras quienes me rescató como han dicho en las noticias. Iba con turistas, con extranjeros".
"Al momento me socorrieron, me dieron agua, pan. Muy preocupados por mí, preguntándome qué había pasado. Yo les expliqué que había muchas personas, que no sabía nada de ellas, que se habían ahogado, que no sabía, que estaban perdidos, que por favor que buscaran. Ahí me explicaron que habían encontrado una muchacha, igual que a mí en el agua, que ya la habían mandado para tierra con el barco de Guardafronteras".
A Mesa la llevaron a tierra también en un barco de Guardafronteras. "Ya en tierra me dieron los primeros auxilios, me pusieron sueros, me hidrataron, me atendieron muy bien, me montaron en una ambulancia. Ahí estaba la otra muchacha también. Nos trasladaron hacia el policlínico de Varadero".