El sheriff del condado de Brevard Wayne Ivey ha dejado claro que en su territorio no habrá espacio para disturbios ni violencia contra las fuerzas del orden. En una conferencia de prensa que ha generado un amplio debate, Ivey declaró que cualquier intento de agredir a un oficial —incluso escupirlo— será respondido con firmeza.
“Si alguien escupe a un agente, terminará en el hospital y en la cárcel. Si golpea a uno de los nuestros, lo mismo. Y si rodea un carro e impide su paso, en este condado lo más probable es que termine mal”, afirmó con tono desafiante.
"No en Florida", subrayó Ivey, marcando una línea divisoria respecto a lo ocurrido en ciudades como Los Ángeles o Chicago, donde manifestaciones derivaron en saqueos, incendios y enfrentamientos violentos con la policía.
Para el sheriff, ese tipo de caos no será replicado en su condado. Además, advirtió que si alguien lanza un ladrillo, una bomba incendiaria o apunta con un arma hacia sus agentes, la respuesta será inmediata y letal si es necesario.
Las palabras del sheriff han sido recibidas con sentimientos encontrados. Por un lado, están quienes aplauden su postura como una defensa legítima del orden y el respeto a la autoridad, especialmente en un contexto nacional donde las protestas a menudo terminan con daños severos y pérdida de control. “Alguien tiene que poner límites. Ya basta de caos disfrazado de protesta”, comentó una residente local en redes sociales.
"Pero también están quienes ven en sus declaraciones una amenaza abierta y una incitación a la violencia desde el propio aparato de seguridad", según defensores de derechos civiles. Para ellos, la línea entre el uso legítimo de la fuerza y el abuso se vuelve cada vez más difusa cuando se habla con tanta beligerancia.
En ciudades como Chicago, los disturbios de los últimos años no solo han causado destrucción, sino también desconfianza hacia la policía. Florida, por ahora, se presenta como un territorio donde las reglas del juego serán otras. La pregunta, sin embargo, sigue abierta: ¿puede mantenerse la paz sin poner en riesgo las libertades fundamentales?
El sheriff Ivey ha lanzado su advertencia. Queda por ver si su enfoque será efectivo o si, por el contrario, provocará nuevas tensiones.